Las graja (Corvus frugilegus) es una especie de córvido muy abundante en el norte y centro de Europa, con una población total que podría llegar a los14 millones de parejas nidificantes según algunos autores. Esta aparente abundancia contrasta con lo que ocurre en el sur de Europa, y concretamente en los países mediterráneos, donde esta especie está practicamente ausente. En la Península Ibérica tan sólo aparece en el SE de León, donde se localiza una pequeña población nidificante de unas 2000 parejas.
El origen de esta población de grajas sigue siendo un enigma ya que no se tuvo noticias de su presencia hasta mediados del siglo pasado, cuando José Antonio Valverde descubrió las primeras colonias en las riberas del Órbigo, donde llegó a contar 160 nidos. Este hecho no descarta que la graja ya estuviera presente desde hace mucho mas tiempo sin que nadie se hubiera percatado de ello. Una de las hipótesis mas probables para explicar la presencia de esta especie de córvido es que se trate del último reducto de una población que hace siglos se encontraba mas ampliamente distrribuida. Quizás tras la última glaciación las grajas se habrían desplazado hacia el sur en busca de climas más benignos y al retirase los hielos, unas cuantas parejas se hubieran quedado aquí, dando lugar a la población actual.
Lo cierto es que aun no se conoce a ciencia cierta el origen de esta población y son varios los ornitólogos y científicos que siguen trabajando para intentar desvelar el misterio. El Grupo Ibérico de Anillamiento (GIA) hace varios años que está llevando a cabo un proyecto para estudiar está especie, en su página web podréis encontrar toda la información sobre el mismo.
El pasado sábado mientras pasábamos con el coche por el pueblo de Villadangos del Páramo, hicimos una parada para ver una de las colonias de esta población que se asienta en un pequeño bosquete de chopos a la entrada del pueblo. Las aves ya habían empezado a reparar los nidos viejos y a construir los nuevos.
Desgraciadamente para las grajas, estos córvidos no suele tener muy buena prensa entre la población local, ya que a menudo talan las choperas durante la reproducción arruinando la cría. Aun recuerdo la primera vez que vi una colonia de esta especie, hace mas de 20 años en la localidad leonesa de Cembranos. Allí se asentaba la mayor colonia de grajas en aquella época pero desapareció pocos años después cuando la chopera en la que se asentaba fue talada a matarrasa.