Para no darle muchas vueltas comenzaré diciendo que "El enigma Stonehenge", de Sam Christer, me ha gustado mucho. Puede que parte de mi alta valoración del libro y mi interés por él se deba a la visita que realizaré al lugar, a Stonehenge, este verano; la otra parte proviene, sin duda, de los méritos del libro, que he recibido, como ya sabéis, gracias a la gentileza de Ediciones B.
En la contraportada la editorial, entiendo que como forma de reclamo, considera el libro como el nuevo "El código Da Vinci". Ya os había comentado que el libro de Dan Brown me había gustado mucho en su momento (las otras obras del autor, sin embargo, nada de nada) pero "El enigma Stonehenge", en mi opinión, es muy superior a "El código Da Vinci", por varios motivos. El primero, y más evidente "a primera lectura", es que el autor no ha pretendido en absoluto escribir una novela pretenciosa, pero sí muy entretenida; además, la obra no abruma con datos pseudo-históricos, los personajes están mucho más trabajados y es, a mi entender, más honesta con el lector.
Stonehenge desde el aire
Stonehenge, como seguramente sabréis, es un complejo megalítico de la Edad de Bronce formado por un conjunto de enormes piedras colocadas en cuatro círculos concéntricos, y que se encuentra en el condado de Wiltshire. El objetivo o finalidad de tal construcción no está clara aunque parece ser que podría haberse utilizado como templo religioso, monumento funerario u observatorio astronómico. Cerca de Stonehenge se encontraron 240 enterramientos de restos humanos, que habían sido previamente cremados. Es un número escaso para un período tan amplio, lo que hace sospechar que eran, en cierto modo, elegidos o privilegiados. Hay, sobre este monumento, un sinfín de suposiciones y especulaciones.
Y en torno a este recinto arqueológico construye Sam Christer su novela, su primera novela.
Sam Christer, el autor
Dos son los protagonistas principales sobre los cuales se construyen las dos novelas dentro de la novela: la policial, con el personaje de Megan Baker, inspectora de policía, como eje principal; la de intriga y misterio, en la que Gideon Chase juega el papel más relevante.
Recordemos brevemente el argumento... Nathaniel Chase se suicida en su gran mansión de Salisbury. Gideon Chase, arqueólogo e hijo del fallecido, con el que llevaba años sin mantener contacto, llega para hacerse cargo de todo. Pero su padre se ha encargado de dejarle información secreta que cambiará totalmente su vida y le hará entender parte de su pasado. Por otro lado, Megan Baker debe investigar este suicidio y el posterior incendio de la casa. Las investigaciones de una y las averiguaciones del otro van por caminos bien diferentes, pero que están destinados a encontrarse inevitablemente en un punto: Stonehenge, que esconde más, mucho más, de lo que aparentemente se puede ver.
Stonehenge, en Wiltshire
El ritmo trepidante de la novela comienza en las primeras páginas, con rituales sectarios, sacrificios humanos y secuestros, y no decae hasta su última página, la 430. El libro se lee con mucha facilidad; está dividido en cinco partes, subdivididas a su vez en varios capítulos cortos, en los que se cambia de escenario a cada momento. Estos frecuentes cambios dotan a la novela de gran dinamismo.
Por otra parte, los abundantes personajes, con sus matices, dan riqueza a la novela. Así los personajes principales resultan cercanos desde el primer momento. El lector teme quizás, en este tipo de libro, encontrarse con un protagonista casi superhombre, con conocimientos infinitos e intuiciones asombrosas e increíbles, pero se encuentra afortunadamente con un personaje muy humano, un Gideon Chase con sus dudas, sus remordimientos y sus miedos. Me gustó desde el principio, al igual que Megan Baker, ambiciosa profesionalmente pero con dificultades para conciliar vida familiar y laboral.
El único pero que le pondría a la novela sería el abrupto final; quizá fuesen necesarias unas páginas más para recolocar a los personajes en su mundo, en su cotidianeidad, una vez concluida la acción principal. Espero que sepamos de ellos en un futuro libro del autor, y en el que Gideon y Megan puedan trabajar juntos, más codo a codo.
Marcapáginas 19
Me ha dado rabia el no poder devorarlo en un par de días, de un tirón, lo que sin duda habría hecho si el trabajo y los exámenes no me hubiesen obligado a una lectura fragmentada... Ahora que se acerca ya el verano, este thriller me parece una lectura idónea para un par de tardes relajantes bajo al sol o a la sombra de un buen árbol.