El enoturismo en Fitur 2013

Por Orlando

Como supongo que ya os habréis enterado, alguno de los viajeros del vino acudimos el pasado viernes a Fitur 2013 en Madrid. Atraídos por el reclamo de noticias previas, que indicaban que el enoturismo iba a cobrar un protagonismo especial en esta edición, decidimos coger carretera y manta y presentarnos en IFEMA.

Se prometía un día intenso, con varias entrevistas concertadas, algunas por teléfono o e-mail y otras vía Twitter, por lo que decidimos acudir con la mente abierta y dispuestos a escuchar y proponer, a captar y seducir, a aprender y a mostrarnos (aunque sólo fuese un poquito). La idea de partida: no somos de los grandes, no tenemos millones de visitas al mes, pero ofrecemos contenidos de calidad, usuarios con un perfil de turista del vino bien definido y un producto consolidado.

Así que allá que vamos, nada mas llegar, a visitar la zona de alojamientos de enoturismo que se ha montado alrededor de Enotel Collections World, una guía en la que están casi todos, con algunas ausencias esperadas y que es una realidad gracias a la iniciativa de Fernando Castellanos. Un buen lugar para hablar con alguno de los directores y responsables de los mejores hoteles del vino de nuestro país: Hotel Convento las Claras, Hotel Eguren Ugarte, Valbusenda, Hotel SPA Arzuaga Navarro y el original proyecto de Mastinell. Pero lo que más sorprende de este espacio es la ausencia de cualquier apoyo institucional. Nadie de ACEVIN, nadie de Rutas del Vino, nadie del Ministerio. La iniciativa privada, de nuevo, motor del enoturismo. Ahí lo dejamos.

Tras la presentación del proyecto de Valbusenda, que nos dejó un muy buen sabor de boca (por lo visto, lo catado y lo probado), decidimos cruzar al pabellón 7, dónde están los stands de casi todas las Comunidades Autónomas, y dónde, según el directorio de Fitur, están los representantes de la mayoría de las Rutas de Vino “oficiales”. Buscamos a casi todos, pero sólo encontramos a unos pocos, bien porque simplemente no habían acudido, bien porque estaban muy liados o muy perdidos. De nuevo lo oficial decepciona, salvo las honrosas excepciones que no voy a enumerar y que, como han sido interlocutores, saben bien de qué estamos hablando.

Resumiendo:

Lo excelente, la buena sintonía con Manuel y Pilar de Dinamiza, con José Antonio de Sity y con Mar y Ana de Entrecepas.

Lo mejor, la disposición de los responsables de los alojamientos del vino con los que hablamos.

Lo bueno, la acogida que tuvieron nuestras ideas por parte de Sara de La Ruta de Ribera del Duero, de Juan de la de Utiel-Requena y de Amaya de la del Bierzo.

Lo malo: la falta de apoyo y de una presencia real de “lo oficial”, para convertirse en verdadero integrador del enoturismo en España.

Lo peor: La notable caída de expositores y visitantes profesionales. Si cuando pase la crisis estamos abocados a ser un país que viva del turismo, de los servicios y de poco más, esto no es una buena noticia.

Lo decepcionante (y esto si que es una opinión muy muy personal): el stand de la Comunidad Valenciana. Pretencioso (uno de los que más metros cuadrados del pabellón ocupa), monótono (ni la misma Alcaldesa de Alicante encontraba su “espacio”), feo (a base de balones serigrafiados y sillas blancas de playa) y, aún no sabemos porqué, premiado. En los tiempos que corren por esta nuestra Comunidad, hubiera sido más prudente pensárselo un poco mejor.

Resumiendo el resumen: si hablamos de enoturismo, lo privado gana por goleada a lo institucional, salvo honrosas excepciones.