Mediada la segunda mitad el Ciudad Rodrigo consiguió empatar un encuentro que tenía muy cuesta arriba (perdía por 2-0) gracias a dos tantos de David Risueño. En la celebración del segundo, el preparador mirobirgense recibió una fuerte patada desde la grada que le dejó aturdido, y que además le provocó la aparición de un bulto en la cabeza.
Tras regresar a Ciudad Rodrigo, el entrenador acudió a urgencias tras sentirse indispuesto, donde le indicaron que se trasladara a Salamanca para una exploración más profunda. Tras pasar la noche en el centro hospitalario de la capital, a lo largo de la mañana de este lunes será sometido a un escáner para determinar el alcance real de la agresión.
INFORMACIÓN Y VÍDEO DE LA GACETA DE SALAMANCA