A estas alturas de la película, tras casi 7
años de madre, me he dado cuenta que la vida
infantil y sus añadidos te arrastran por completo. Su vida social es tu
vida social, sus hobbies son tus hobbies y sus extraescolares
son el momento para sacar pasiones escondidas. Porque aunque no lo creáis si tu
niño o niña ha comenzado a jugar al fútbol
tu interior se irá transformando hasta convertirte en entrenador, de esos que
gritan y dan instrucciones desde la banda. Quien me lo iba a decir a mí, pero de esa guisa me sorprendí el pasado
viernes cuando mi niño se dispuso a jugar su primer partido. Muy a regañadientes accedí a principio de curso a apuntarle a fútbol. Sigue leyendo