Sin dudas, la mayor virtud de este lateral izquierdo colombiano es la velocidad, es el Usain Bolt del fútbol. A puro ojo me atrevo a decir que estamos en presencia del futbolista con mayor velocidad de aceleración del mundo. Además, ha aprendido con el correr de su carrera, en la que militó en equipos importantes como el Palmeiras de Brasil y el América de Cali colombiano, a elegir los momentos en los que pasar al ataque, a no convertir un buen recurso en un mal método, por lo que su juego ofensivo se vuelve imprevisible. Se sabe que va a pasar al ataque, pero no se sabe cuándo. Además, tiene buen disparo de media distancia, es buen marcador, aunque todo el potencial de Estífer consiste en realizar desde el fondo funciones ofensivas muy útiles para el equipo. No cabecea mal, en los últimos tiempos ha empezado a trabajar con mayor facilidad el recorrido diagonal en los últimos metros, lo que lo convierte en un jugador muy peligroso, dada su potencia. Un detalle sorprendente de Armero es la recuperación física posterior a la carrera, después de un pique a toda velocidad de área a área, se recupera con mucha rapidez.
El déficit más importante de Armero consiste en la dificultad para controlar y para resolver en velocidad. Claro está que si controlara y resolviera siempre bien a la velocidad que va, sería el Messi negro. No obstante, pierde bastante la pelota. No hay mucho más para señalar en cuanto a los déficits, especialmente teniendo en cuenta que tiene una edad en la que todo está por llegarle. Podría, eso sí, liberarse en los últimos metros para aparecer con mayor sorpresa, pero eso estará sujeto a las indicaciones que recibiera de parte de los entrenadores.
Hay dos o tres laterales de muy buen nivel en el fútbol colombiano, todos con características distintas, siendo la de Armero, la velocidad de aceleración. Pekerman seguramente lo tendrá en cuenta ya que siempre, en caso de haberlos tenido a disposición, le ha gustado utilizar laterales que supieran sumarse con inteligencia a la ofensiva del equipo.
Es cuestión de saber qué necesita un equipo. Si se busca salir de contra, Armero es perfecto. Si se busca marca, no lo es tanto. Si se busca resolución, no es la especialidad de Armero. A mí me gustan los laterales más completos aunque fuesen en detrimento de la velocidad, uno que supiera sumarse al juego colectivo de mitad de cancha hacia arriba sin perder la posesión, y que tuviera buenas aptitudes en la marca. En mi equipo imaginario, Estífer sería una opción dentro de los 23. Si llegase a jugar en algún momento en el Barcelona actual, seguramente crecería en su nivel. Eso sí, tendrá que dedicarse exclusivamente al juego y abandonar las costumbres poco profesionales como la que hemos tenido que presenciar durante el año pasado. ¡A largar el whisky, mi amigo!.