El erizo y el zorro

Publicado el 20 diciembre 2024 por Javier Pérez Caro @JavierPerezcaro

Estimad@s amig@s

Prólogo[i]

Un héroe de nuestro tiempo

Un filósofo discreto

El profesor Berlin cree apasionadamente en las ideas y en la influencia que éstas tienen en la conducta de los individuos y de las sociedades, aunque es, al mismo tiempo, como buen pragmático, consciente del espacio que suele abrirse entre las ideas y las palabras que pretenden expresarlas y entre éstas y los hechos que dicen materializarlas. Sus libros pese a la densidad intelectual que pueden tener, jamás nos parecen abstractos (…)

Las verdades contradictorias

Una constante en el pensamiento occidental es creer que existe una sola respuesta verdadera para cada problema humano y que, una vez hallada esta respuesta, todas las otras deben ser rechazas por erróneas (…)

Que haya verdades contradictorias, que los ideales humanos puedan ser adversarios, no significa (…) que debamos desesperar y declararnos impotentes. Significa que debemos tener conciencia de la importancia de la libertad de elegir. Si no hay una sola respuesta para nuestros problemas, nuestra obligación es vivir constantemente alerta, poniendo a prueba las ideas, las leyes, los valores que rigen nuestro mundo, confrontándolos unos con otros, poniendo el impacto que causan en nuestras vidas, y eligiendo unos y rechazando o modificando los demás (…) irrefutable razón para comprender que la tolerancia, el “pluralismo”, son, más que imperativos morales, necesidades prácticas para la supervivencia de los hombres. Si hay verdades que se rechazan y fines que se niegan, debemos aceptar la posibilidad del error en nuestras vidas y ser tolerantes para con él (…) admitir que la diversidad ―de ideas, acciones, costumbres, morales, culturas― es la única garantía que tenemos para que el error, si se entroniza, no cause demasiados estragos, ya que no existe una solución para nuestros problemas, sino muchas y todas ellas precarias.

El erizo y el zorro

(…) hay una visión “centrípeta”, de erizo, que reduce, explícita o implícitamente, todo lo que ocurre y lo que ve a un núcleo bien trabado de ideas, gracias a las cuales el caos de la vida se vuelve orden y la confusión de las cosas se torna transparente. Es una visión que a veces se asienta en la fe (…) y a veces en la razón (…)

(…) el zorro está confinado en lo particular. Para él, la última instancia, lo “general” no existe: sólo existen los casos particulares, tantos y tan diversos unos de otros que la suma de ellos no constituye una unidad significativa sino, más bien, una confusión vertiginosa, un magma de contradicciones (…)

Disfrazado o explícito, en todo erizo hay un fanático; en un zorro, un escéptico (…) gracias a los erizos se han llevado a cabo extraordinarias hazañas ―descubrimientos, conquistas, revoluciones― pues para este género de empresas se requiere casi inevitablemente ese celo y heroísmo que suele inspirar a sus adeptos la visión centrípeta y finalista (…) gracias a los zorros ha mejorado la “calidad” de la vida, pues las nociones de tolerancia, respeto mutuo, permisibilidad, de libertad, son más fáciles de aceptar (…) incapaces de percibir un orden único y singular en la vida, admiten tácitamente que haya varios y disímiles.

«La zorra sabe muchas cosas,

 pero el erizo sabe una importante»[ii]

El erizo y el zorro escrito por Isaiah Berlin nos abre la puerta a debatir, reflexionar sobre la importancia de la filosofía, el pensamiento único vs el pensamiento propio, la diversidad, el dialogo, la evaluación periódica del desempeño, el reciclaje, tener banquillo ―para hacer cambios cuando sean necesarios.

¿Eres un Consejero zorro o erizo?

Ø¿Por qué?

No sería bueno antes de dar respuesta a las anteriores disquisiciones preguntarnos; ¿Cuáles son los puntos fuertes y las amenazas del zorro y del erizo?

Ø¿Qué podemos resaltar del zorro?

o   ¿Cómo ponerlas en valor?

Ø¿Qué habilidades tiene el erizo?

o   ¿En qué le benefician como consejero?

¿Cuál es la respuesta adecuada? Utilicemos dos preguntas de Desmond Tutu para profundizar en la búsqueda de la respuesta, si es que la hubiese.

Ø¿Cómo podría haber un equipo de fútbol si todos fueran porteros? 

     Ø¿Cómo sería una orquesta si todos los instrumentos fuesen trompas?

¿Son nuestros Consejos de Administración diversos?

ØTienen que ser todos sus miembros zorros o erizos?

—La verdadera sabiduría es saber que no lo sabemos todo—, ¿Somos conscientes de los límites de nuestros conocimientos?[iii]

Ø¿Cómo podemos aprender de esos zorros /erizos con los que compartimos responsabilidades?

Ø¿Qué pasaría en la compañía si actuásemos como zorros?

Ø¿O pensásemos igual que un erizo?

o   ¿Es sostenible que todos pensemos igual? No habría debate, todo sería por aclamación popular, para qué discutir la decisión, si ya sabemos cuál es el resultado.

La metáfora del erizo y el zorro constituye el paradigma de la diversidad de criterios que debe imperar en los Consejos de Administración. En efecto, el protagonismo y la relevancia que ha alcanzado en nuestros días el buen gobierno corporativo lleva implícito un replanteamiento del papel que los consejeros deben desempeñar. Quedan, pues, lejanas en el tiempo y en las formas aquellas malas praxis en las que el pensamiento único de la presidencia vinculaba a todos los vocales, hurtando el debate y contraste de ideas.

Ø¿Qué será mejor, tener consejeros zorros o erizos?

o   ¿Se pueden ver beneficiados los stackeholder por los zorros o los erizos, o todo lo contrario con su visión pueden destruir valor?

«La opinión es la que pierde las batallas,

y la opinión es la que las gana»[iv]

(…) pese a su astucia, el zorro sucumbe a la única defensa del erizo (…) existe un gran abismo entre, por un lado, quienes lo fían todo a la visión central única, a un sistema más o menos coherente o articulado a partir del cual comprenden, piensan y sienten ―un principio organizador singular y universal que es lo único que da sentido a todo cuanto son y expresan (…) quienes persiguen múltiples objetivos, a menudo sin relación entre sí o incluso contradictorios, conectados acaso de facto, por alguna causa psicológica o fisiológica, sin relación (…)

«Los filósofos son adultos

que persisten en hacerse preguntas infantiles»[v]

El erizo y el zorro

Isaiah Berlin

Ediciones Península

Link de interés

El principito

Filosofía para directivos: Filosofía para mejorar el liderazgo y la gestión empresarial

Por qué tomarse la empresa con filosofía

• El príncipe

• Liderazgo ético: La sabiduría de decidir bien

• Entrevista a Aristóteles: Filosofía para líderes y emprendedores

• Ética a Nicómaco

• Elogio a la duda: Todo lo que podría ser de otra manera

• Aprende a pensar como un gurú: Las 10 fuerzas del pensamiento crítico

• El hombre en busca de sentido

«No hay una solución absoluta a los problemas humanos,

solo hay mejores y peores respuestas»[vi]

ABRAZOTES


[i] Mario Vargas Llosa

[ii] Arquíloco

[iii] Pp.263, Cuanto más se, más me doy cuenta de lo poco que sé (…) Tony Blair, con liderazgo: lecciones para el siglo XXI

[iv] Tolstoi

[v] Isaiah Berlin

[vi] Ídem