“Había una sola puerta, con un cartel encima que decía: ERROR”. Así comienza la, hasta la fecha, última novela publicada en España del prolífico César Aira. La voz del narrador introduce al lector en una obra de arte, El error, que comienza con una voz en primera persona que nos narra lo que ocurre tras pasar la puerta. Unas páginas más adelante, casi sin que el lector se dé cuenta, el narrador desaparece en una digresión, muy sutil, que dará paso, en páginas posteriores, a otras digresiones que siempre saltan a una nueva cuando parece llegar el clímax. Es decir, estamos ante una novela formada por pequeños relatos que son ampliaciones de algunos detalles y referencias de la propia novela, de El error. Estamos pues ante un inquietante experimento narrativo que juega con el espectador hasta sacarlo de cualquier idea preconcebida o lugar común y conducirlo a un espacio virgen donde la fantasía nos permite crear (y creer) cualquier cosa.
El material que maneja Aira es tan popular que se acerca a lo mitológico. Las historias, que eclosionan y se evaporan como una pompa de jabón, tienen lugar en El Salvador. Un escultor que crea un mito, una reclusa que escribe cartas, el narrador y sus historias, y Pepe Dueñas, un famoso bandolero, como actor principal. Todo esto enlazado de manera supuestamente azarosa da como resultado un libro donde da la impresión que algo falla, que hay un error estructural, el mecanismo de un equívoco. Un error que no es más que un cambio de hábito, otro punto de vista, un mundo mágico. Sin más.El error, Céar Aira. Mondadori, 2010.