Luis Zueco nos presenta en su novela a una protagonista a mi parecer muy carismática, Silvia.
Es restauradora de libros en la Biblioteca Nacional y ha vivido dos años en Londres, aprendiendo inglés, y formándose para ser modelo. Incluso ha hecho algún desfile, varios anuncios de televisión y hasta un casting para una película.
Le encanta pujar en Ebay para adquirir mapas, libros o fotografías antiguas.
Un día recibe un libro del siglo XIX, que trata sobre los amoríos de Quevedo, con un misterioso manuscrito escondido en la contraportada, con siete símbolos y seis párrafos aparentemente sin relación alguna, que parecen ser adivinanzas y que hablan de castillos medievales.
Como ella no entiende demasiado sobre estas fantásticas edificaciones que los españoles tenemos repartidas por toda nuestra geografía, decide contactar con un experto en estos temas.
De esta forma, conoce a Alex. Juntos emprenderán un viaje junto a otros personajes que jugarán un papel importante en la trama: un cacique cultural obsesionado en resolver el secreto que encierra su recién descubierto rompecabezas, expertos ladrones de obras de arte y la sombra persistente de un asesino a sueldo acechando en cada esquina.
Pero esta aventura tampoco estará exenta de inesperados romances, sorprendentes traiciones, y grandes amenazas.
Pero…
¿Hasta que punto cambiará el dichoso manuscrito la vida de Silvia? ¿Se convertirá Alex en alguien verdaderamente importante para ella? ¿Conseguirán llegar al final y descifrar todos los acertijos?
Aquí puedes leer las primeras páginas:
Este escritor y fotógrafo, (como él se define), cuenta en la actualidad con 33 años (curioso, ¿no?, por el número y el título, quiero decir…), es Ingeniero Técnico Industrial, así como Licenciado en Historia y Máster en Investigación Artística e Histórica por la UNED.
Ha publicado varios artículos sobre castillos españoles medievales, temas que domina y conoce a la perfección (hecho que se percibe con total claridad y certeza en el texto).
Además de la guía "Castillos y Fortalezas del Camino del Cid en la provincia de Zaragoza" (2011), ha publicado otros cuantos libros de no ficción. "El escalón 33" es su segunda novela (la primera fue "Rojo Amanecer en Lepanto", de Librum Tremens, Madrid, 2011), encuadrada también dentro del género de la novela histórica (aunque dicho sea de paso, "El escalón 33", realmente no sabría en que género meterla: policiaca, suspense o histórica, porque realmente tiene un poco de los tres).
Por si queréis saber más acerca de la vida y obras de este autor, polifacético donde los halla, os dejo el link de su web y de su libro
Hace tiempo que sigo de cerca uno de los blogs de Luis Zueco "Exposiciones en Madrid" , donde día a día nos ofrece información novedosa en todo lo referente a exposiciones y eventos culturales en cualquier campo (pintura, fotografía, museos, turismo, arte en general) que tienen lugar en Madrid.
Allí conocí su libro y os confieso que no pude evitar pedirle un ejemplar, pues tenía pinta de gustarme y me apetecía mucho leerlo. Enseguida, muy amablemente me lo envió, aunque he tardado más de lo que me hubiera gustado en poderme poner con él.
Os cuento que soy un poco reacia a aceptar los libros que algunas editoriales me ofrecen para que los reseñe en mi blog, por temor a que el libro no me guste. El tener que hacer una reseña negativa de un autor, que a lo mejor está en sus comienzos y quedarme con la sensación de haberle perjudicado, aunque sea mínimamente (mi blog no tiene demasiados seguidores y no es gran cosa comparándolo con otros), es algo que en principio me gusta evitar. Aunque por otro lado, también es verdad que yo lo tengo fácil: soy de las que no acabo los libros que no consiguen ilusionarme o engancharme, por eso, "libro abandonado, libro no reseñado" (ya unos cuantos se quedaron en el camino)
Pero este no ha sido el caso. Mi intuición no me falló y vaya si lo he acabado, o más bien tendría que decir devorado.
¿Qué me ha parecido? ¿Me ha gustado?
Sí, en términos generales me ha encantado. La prosa del autor es correcta (aunque tenía unas cuantas erratas de imprenta), sencilla, pero consigue meterte de lleno en la trama.
Me he sentido muy identificada con Silvia, sobre todo porque estuve trabajando un año entero en la Biblioteca Nacional, una biblioteca tan bella por dentro como por fuera (aprovecho para aconsejar a los que no la conozcan, que vayan a visitarla) y porque me encantan los libros antiguos, como a ella.
¿Lo mejor? Para mi gusto el final, por resultarme inesperado en todos sus matices (tanto en el feliz, como en el infeliz). También todos los lugares y establecimientos curiosos que he descubierto y que no conocía de Madrid.
¿Lo peor? Aunque me encanta la novela histórica, reconozco que me han resultado algo pesadas algunas parrafadas donde el autor explica de forma demasiado extensa (para mi modesto entender, claro) aspectos sobre la historia de los castillos en la Edad Media, sus dueños, moradores, etc. Aunque también es verdad, que me ha sorprendido y aplaudo el absoluto dominio y entusiasmo de la materia, que te transmite en cada una de sus lineas y descripciones. En cualquier caso, este pequeño inconveniente depende seguro de los gustos personales de cada lector.
Así que ya sabes, si te apasiona la historia medieval bien documentada en general, los castillos en particular y buscas una novela con secretos ancestrales, misterios, intrigas y acción, mucha acción, ya la has encontrado.
Son muchas las curiosidades que he podido sacerle a esta novela, espero que os gusten:
-- Las marcas de cantero son piezas claves en la resolución del enigma: como el propio autor explica en su web y en su libro, son marcas talladas en los propios bloques de piedra de algunas construcciones medievales. Hasta ahora no he sido consciente de ellas. Y digo "hasta ahora", porque seguro que en mis próximos viajes estaré atenta a estas curiosas marcas, que según algunos, pueden ocultar mensajes secretos.
-- Algo que no sabía a ciencia cierta, pero que ya intuía: España es el país del mundo con más castillos. No es sorprendente ¿verdad? Es tan fácil divisarlos en cualquier punto de nuestra geografía…
--Nuestra protagonista Silvia Rubio, se entretenía observando los libros que la gente lee en el metro, igual que hago yo muchas veces. Y es que se dice que el metro es el lugar donde más se lee de todo Madrid y puede que sea verdad…
-- En el hotel Westin Palace se aloja Alfred Llul, gran magnate de obras de arte, que quiere a toda costa conseguir el manuscrito de Silvia. Situado en la Plaza de Las Cortes de Madrid, frente a Neptuno, es uno de los hoteles mas lujosos de Europa. Construido en 1912, cuenta con una cúpula abovedada magnífica. Luis Zueco nos cuenta que Margaret Thatcher en los años ochenta, cuando venía a Madrid, solo quería alojarse en "el hotel de la cúpula", como ella lo llamaba…
-- Durante la Edad Media parece que el robo de libros estaba a la orden del día. Para intentar evitarlos, se usaban algunas medidas disuasorias contra aquellos que se atrevieran si quiera a pensar en ello. Me ha parecido impactante y macabra la inscripción que figura en el Monasterio de San Pedro en Barcelona, a la entrada de la biblioteca: "Para aquel que robara, cogiera prestado o no retornara un libro a su legítimo propietario, que se transforme en una serpiente en su mano y se la desgarre. Que queda paralizado o todos sus miembros malditos. Que sufra el dolor pidiendo en voz alta clemencia, y que no se le permita recuperarse de su agonía hasta que se descomponga. Permítase a los gusanos de los libros que roan sus entrañas… y cuando vaya a alcanzar su castigo final, permítase que se consuma eternamente en las llamas del infierno”.
Uffff, escalofriante, ¿no?. Seguro que a más de uno se le quitaron las ganas de robar libros…
-- Como ya he explicado, una de las cosas que más me ha gustado de este libro, es la mención de muchos lugares curiosos en mi ciudad. Unos los conocía y otros no. Luis te los describe de tal manera, que como poco te incita a visitarlos. El detalle de poner un mapa con todos los lugares frecuentados por los personajes de esta novela, con una pequeña descripción de los mismos, me ha encantado.
Hace dos fines de semana me decidí a subir a la azotea del "Círculo de Bellas Artes". ¿Os podéis creer que nunca antes había estado allí? Pues doy fe, de que cuenta con una de las mejores y más espectaculares vistas de Madrid. Para subir a su última planta, el CBA dispone de un ascensor que cuesta 3 euros (pero sin duda, merece la pena). Yo estuve de noche y era una pasada el juego de luces que se divisaba, pero tengo claro que volveré a subir con la luz del día, quizás este veranito, para ver la puesta de sol…
Otro lugar que sale en la novela y que en breve me acercaré a conocer es el "Café Gaudeamus" (C/ Tribulete nº 14) en la cuarta planta de una Iglesia del siglo XVII perteneciente a las antiguas Escuelas-Pías, en el madrileño barrio de Lavapiés. Tiene una terraza con unas vistas de las más castizas de Madrid. Dependiendo del día, se puede cenar, tomar una copa, ver una exposición o asistir a un concierto o un recital de poesía. Tiene muy buena pinta, ¿verdad?.
¿Conocéis alguno de estos lugares? Contadme, contadme...