'El escondite de Grisha', de Ismael Martínez Biurrun

Publicado el 23 noviembre 2011 por Carm9n @Carmenyamigos

Ismael Martínez Biurrun nació en Pamplona en 1972. Ha publicado varias novelas: Infierno nevado, Rojo alma, negro sombra, Mujer abrazada a un cuervo,... Con este último obtuvo el Premio Celsius en 2011. Según menciona la editorial en la solapa del libro... "Vive en Madrid, muy cerca de una biblioteca pública".
Y es que es una biblioteca pública el lugar en el que comienza la historia en El escondite de Grisha (Editorial Salto de página), en el que se conocen los dos protagonistas principales: Olmo y Grisha, Grisha y Olmo. Olmo llega a la biblioteca pública para ocupar su puesto. Sus compañeros le ponen al tanto de las obras de la institución y de lo habituales de la biblioteca. Y le hablan de Grisha, un niño muy especial, centro de las burlas y risas de los demás niños. En la biblioteca y cada tarde, Grisha entra en una especie de trance en la que, con los ojos cerrados, escribe de forma frenética y compulsiva en un idioma que no conoce, el ucraniano, lo que parece el diario de otro niño. ¿De otro Grisha? Pero Olmo, con su enorme estatura, más que dejarlo tranquilo, como le recomiendan, se erige en su protector. El niño, de diez años, llama su atención con esos enorme ojos en los que Olmo ve reflejado su propio dolor.

Ismael Martínez Biurrun

Grisha nunca miente, como él mismo dice, pero con Olmo, el narrador, siempre se tiene la sospecha de que oculta algo, de que no cuenta toda la verdad. La incertidumbre, y la angustia se apodera del lector, que no sabe muy bien a qué atenerse y anda inicialmente un poco perdido... La locura y el sinsentido parecen al límite. Olmo además se dirige a alguien que no aparece en la novela y cuya identidad no se desvela hasta muy avanzada la historia. Las incógnitas se van revelando y el mundo de dolor y sufrimiento tanto de Olmo como de Grisha se nos va mostrando.
Desvelar todos los misterios de la novela, en la que lo fantástico y sobrenatural juega un importante papel, engancha hasta el final. Y estos misterios abarcan las muchas incógnitas del pasado de Olmo, la tragedia de Chernóbil y sus consecuencias, los "liquidadores", el pasado, presente y futuro de Grisha. ¿O es que el verdadero Grisha no tiene futuro? Y a la búsqueda de respuestas inician su viaje hasta Ucrania, su huida tras el asesinato que ambos han cometido. Y en ese viaje descubrirán, y con ellos el lector, que tras un ser aparentemente monstruoso puede surgir, esconderse, lo bello, lo elevado, lo más puro.
Las sensaciones que se experimentan a lo largo de las 251 páginas cubren un amplio espectro, desde la angustia y la incertidumbre, pasando por la desolación, la ternura y la tristeza, hasta el miedo y la indignación. El escondite de Grisha, con un estilo lleno de ricas y originales imágenes, es una muy buena novela que, sin duda, os recomiendo.

Marcapáginas 61