Me gusta tener en agenda restaurantes como El Escondite de Villanueva. Lo conocí hace años, organizando una cena muy multitudinaria y lo recuerdo como un sitio en el que todo tiene espacio. He vuelto hace poco y la impresión es la misma. Todo es posible y todos están a gusto. Una cena de pareja, una reunión de trabajo, una comida familiar o un encuentro entre muchos encuentran su lugar cómodo en El Escondite de Villanueva, en un escenario que ahora se ha reinventado de la mano del estudio Madrid in Love. Picoteo, carta para compartir, grandes platos o hamburguesas de calidad entre preciosas mesas y lámparas.
El Escondite de Villanueva
El Escondite es cálido y acogedor, si bien su parte más íntima está al fondo, con las mesas tranquilas. A la entrada, después de una coqueta terraza para invierno y verano, se abre una enorme barra flanqueada por mesas altas propicias al picoteo, las copas y la charla. En tonos azules, el espacio de la barra está orientado a grupos, afterwork y celebraciones mientras que en el fondo, predominan los tonos crema y dorados, la conversación en murmullos y el buen vino. “El local tiene muchas posibilidades y la nueva decoración quiere convertirlo en referente para distintos tipos de público”, me explica Álex Pérez Alburquerque, uno de los dueños del Grupo El Escondite, propietarios del anterior Escondite del Conde de Aranda y del modernísimo Lady Madonna.
Aunque la carta es la misma en todo el establecimiento, lo cierto es que hay platos más orientados a compartir y picotear y otros más “formales” y elaborados. Pero, en todas partes, hay 7 opciones que triunfan. Tres son los clásicos del Escondite antes de la reforma de Madrid in Love: las minihamburguesas, las croquetas y las milanesas. Y las cuatro apuestas más fuertes gastronómicas de la nueva carta también están ganando muchos adeptos. Son el falso risotto con boletus y trufa, el tartar de atún rojo marinado con aguacate y sésamo (espectacular y he comido muchos), el bao de pato pad thai con hoja de miso y ali-oli de tamarindo (delicioso) y el lomo de buey fileteado y patatas con mojo. La carta de vinos, cervezas (también para celíacos) y combinados es amplia, porque, como reconoce Álex, “hemos trabajado mucho la coctelería” y son expertos.
Como cierre, unos ricos postres como la cheesecake con helado de galleta, el helado drácula versión El Escondite y un tiramisú o una tarta Black Velvet especialmente indicados para celiacos, con el sello de la pastelería Celicioso. Los dulces también se sientan a la mesa en el desayuno y la merienda porque el Escondite abre desde as 8 de la mañana en horario continuado. Y por supuesto, tienen menú del día por 12 euros.
Apunta en tu agenda El Escondite de Villanueva, para saber dónde ir cuando no tengas plan y no quieras fallar.
Los datos: El Escondite de Villanueva. Calle Villanueva, 26. Horario continuado de 08 a 02am. Precio medio: 25€. Más información en su web.