Joya arquitectónica del absolutismo francés
Joya arquitectónica del absolutismo francés
Marco de alguno de los hitos de la historia
En él se inició la Revolución Francesa y más de un siglo después fue el escenario de la firma del Tratado que lleva su nombre y que puso fin a la Primera Guerra Mundial.De casa de campo a todo un palacio
A principios del siglo XVII, el rey Luis XIII ordenó la construcción de una gran casa de campo en un coto de caza, donde muchos miembros de la Corte disfrutaban de sus periodos de ocio y asueto.Posteriormente fue Luis XIV, quien encargó a los arquitectos Le Van y Mansard la tarea de ampliar y embellecer el edificio existente y su entorno. Así, tras sucesivas remodelaciones, se convirtió en un auténtico palacio admirado por su fastuosidad, belleza y elegancia.
Interior de renombre
Otras estancias igualmente notables son los Salones de la Paz y de la Guerra; las habitaciones de los Reyes; la Cámara de la Reina, que aún hoy permanece como la abandonó María Antonieta en 1789. Además es importante la Capilla, en la que se celebraban los oficios religiosos y la Ópera, recinto para la música y las representaciones.