Lo peor: un clímax poco sorprendente.
THE GUEST (Adam Wingard, 2014) Desde que ya hace unos años se empezase a hablar del mumblegore como la nueva tendencia del cine de terror, uno de los principales nombres directamente asociados a dicho movimiento ha sido siempre, junto a los de Ti West o Simon Barrett, el de Adam Wingard. Rebautizar algo que ha sido explotado a lo largo de la historia del fantástico como el “terror independiente” de toda la vida, es algo que debemos a la crítica norteamericana, aprovechando el auge del nuevo cine indie aka mumblecore y realizando el intercambio de letras idóneo para englobar a una serie de autores dispuestos a dar mucho que hablar en el futuro del cine de género.Wingard ya sorprendió con esa vuelta de tuerca del género que suponía una hibridación entre el slasher y las home invasions llamada You’re Next (2011) y formó parte de lasdos primeras V/H/S y del ABC’s of Death original. Ahora, a golpe de sintetizador y alejado un tanto del terror (y no del género), vuelve con uno de los títulos clave del pasado Festival de Sitges 2014. Más Carpenter que nunca y más Wingard también, el realizador de Tennessee se rehace a sí mismo en una oda de amor a los años ochenta a través de la historia de un soldado que visita a la familia de un compañero suyo fallecido en combate. Una serie de accidentes pronto se verán relacionados con la llegada de este nuevo inquilino.La horda de hatersque arrastra el bueno de Adam, dispuestos a vilipendiar sobre la calidad de sus películas y (vivido en primera persona) también a descalificar a sus seguidores (hablo de los críticos prehistórico-conservadores que consideran tener la verdad absoluta en cuanto a gusto cinematográfico y que no ven más allá de Bergman o del cine de serie B de los 70’s), hacen que, para bien o mal, se hable de su cine, pues sin inventar nada nuevo y valiéndose únicamente de la adaptación de los viejos esquemas a la actualidad, consigue en resultado más que notable. No hay nada de plagio al cine de serie B en The Guest, ni mucho menos intento por crear nada nuevo; hay amor por el género, algo palpable en cada una de las secuencias en las que un Dan Stevens en estado de gracia (y lejos del papel al que nos tenía acostumbrados en Downtown Abbey) toma los planos en un papel a camino entre el Reno Raines de Renegado y la Peyton Flanders de La mano que mece la cuna.Un thriller violento con un filtro de película teen, con una banda sonora gloriosa (un canto de amor a la música electrónica y su simbiosis con el cine de género de décadas pasadas) y la presentación de una nueva estrella, Maika Monroe (también protagonista de It follows, otro de los bombazos del año), hacen de The Guestla obra cumbre en la corta carrera de Adam Wingard. Diversión asegurada sin pretensiones (pese a quienes quieran ver la paja en el ojo ajeno) por parte de un tipo que ama el fantástico tanto como su fiel público lo amamos a él. Imprescindible.Lo mejor: la banda sonora y los momentos en que no se toma en serio a sí misma.
Lo peor: un clímax poco sorprendente.
Lo peor: un clímax poco sorprendente.