La Paz, marzo 16 (GAIA Noticias)
El representante en Bolivia de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Walter Arce, expresó su preocupación porque el gobierno no logra cumplir a cabalidad los compromisos adquiridos tras la firma del Protocolo de Palermo, contra La trata y tráfico de seres humanos, en 2001. Dicho instrumento jurídico internacional define y sienta las bases de este delito e instruye, junto con la Convención de las Naciones Unidas contra el Crimen Organizado Transnacional, del año 2000, las estrategias para contrarrestar este ilícito.
La principal falencia, para ese organismo internacional, está en la falta de centros de reinserción social para las víctimas de este flagelo, ya que en Bolivia todas las instancias que trabajan atendiendo esta problemática pertenecen a organismos de cooperación o asistencia y no así al Estado.
“El aporte que han hecho las instituciones de la sociedad civil, desde las ONG´s (Organizaciones No Gubernamentales) que han estado brindando acogida. Albergues, acompañamiento ha sido importante, pero cuán importante fuera que el proceso de articulación entre estas instancias de acogida pueda estar estructurado de tal forma que las victimas reciban una reinserción integral en la mayor dimensión”, recomendó el funcionario.
El pronunciamiento del organismo internacional también indica que la única norma existente en el país para sancionar este crimen, la Ley 3225, imposibilita una persecución penal y sanción drástica para quienes incurren en estas actividades delictivas, por lo cual, habría que agilizar la aprobación de otro proyecto legislativo para garantizar una verdadera lucha contra los responsables de explotar laboral y sexualmente a hombres, mujeres y niños.
Igualmente, Arce enfatizó que este delito está relacionado con el crimen organizado, que se caracteriza por su clandestinidad y peligrosidad, por lo que son pocos los países que se atreven a ofrecer estadísticas del fenómeno.
“Se han dado pasos importantes y a nivel de protección de victimas de trata, creo que es un área donde hay mucho que hacer, no solamente a nivel nacional, sino en todo el contexto regional, es importante que podamos articular esfuerzos para brindar atención a quienes han sido víctimas de trata, pero una atención integral que permita su reintegración económica y social”, argumento.
Un estudio anterior realizado por la OIM, manifiesta que en La Paz y El Alto existen alrededor de 2.300 mujeres adolescentes víctimas de explotación sexual, muchas trasladadas de países vecinos hacia ciudades capitales y otras que fueron captadas en poblaciones rurales.
Factores que incrementan el delito
Diagnósticos determinan que la pobreza, la falta de trabajo o la búsqueda de una vida mejor, son algunos de los factores que exponen a miles de personas a la posibilidad de ser traficadas.
A ellas se suman el desconocimiento del fenómeno en las autoridades y en la opinión pública, la falta de capacitación a los operadores de frontera, la gran cantidad de puntos ciegos en territorios compartidos entre países, la escasez de personal para realizar patrullajes y la poca o nula coordinación entre oficiales de Migración y Policías, entre otras.
Definiciones y situaciones delictivas
La trata de personas es definida en el Protocolo de Palermo como una actividad delictiva dirigida a fines como: la explotación laboral (prostitución forzada, pornografía, pedofilia, turismo sexual y matrimonios serviles); explotación laboral (fábricas, minas, pesca, plantaciones, cosecha de castaña y azúcar); con fines de explotación militar (soldados cautivos y niños soldados); para servidumbre y prácticas esclavistas (trabajo doméstico, embarazos forzados y vientres en alquiler).
Al mismo tiempo, Arce expreso que el concepto de trata es complejo y representa múltiples aristas englobando numerosas situaciones delictivas.
Fuente: http://www.gaianoticias.com/
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