Ida Garberi.- Creo, en lo personal, que es muy triste que la misma familia del ciudadano cubano Oswaldo Payá decida vender su muerte buscando presentar al estado cubano como terrorista y asesino.
La primera pregunta que tenían que hacerse los detractores del gobierno de Raúl Castro: vamos a suponer que el carro que lo seguía fuera de verdad de la seguridad cubana y vamos a suponer, por absurdo que parezca, que tenía la tarea de matar a Payá, ¿por qué terminar con la vida de los dos pasajeros cubanos y dejar vivos a dos incómodos testigos extranjeros?
Otra pregunta: ¿Por qué matar un adversario que en los últimos tiempos
estaba fuera de moda, que no representaba un peligro en la nueva
ciber-guerra financiada desde Washington?
La más inquietante: ¿por qué Yoani Sánchez, después de pocas horas de
la desaparición física de Payá, tenía ya un pullover conmemorativo?
Oswaldo Payá siempre fue un adversario incomodo para la gusanera de
Miami, porque estaba firmemente contra el bloqueo genocida, y hacia
fuertes declaraciones también sobre el tema en los encuentros con
políticos norteamericanos, como el ex presidente Jimmy Carter.
Y esto no lo digo yo, lo dice Manuel David Orrio, el ex agente Miguel,
que estuvo infiltrado en la prensa disidente por 11 años.
La duda de Manuel es que están buscando como formar una tormenta en un
vaso de agua sobre su muerte, principalmente en Italia, porque es la
sede del Vaticano.
Y Oswaldo Payá fue el fundador del partido ilegal Democracia Cristiana
Cubana, un católico practicante, que en los últimos tiempos se alejó
de la Iglesia, del cardenal Jaime Ortega de La Habana y del mismo
Papa, que no quiso recibirlo en su última visita pastoral a Cuba.
Yo no tengo la verdad en la mano, solamente analizo datos
reales......Medita, pueblo, medita.....como decía una vieja publicidad
italiana.