Rusia y la OTAN siguen con atención los movimientos de musulmanes radicales en Bulgaria y Kosovo.
Ante la inminente perdida territorial de sus principales ciudades-bastiones, el Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en ingles) cuenta con un Plan B. Analistas militares de la Unión Europea (UE) y agencias de seguridad del viejo continente ven cercana la derrota militar de los combatientes islamistas en suelo sirio e iraquí.
En tal escenario, se espera que la organización terrorista se inclinará por nuevas y más peligrosas operaciones que se caracterizarán por un reciclado celular del grupo en operaciones de insurgencia urbana sobre blancos en distintas ciudades de Europa, Estados Unidos y Sudamérica -en este último caso, en países donde se encuentran activos sus enemigos chiitas de Hezbolá.
Para expertos militares en terrorismo e insurgencia urbana rusos, “al perder su ejército y capacidad de combate en tierra, ISIS está focalizando en colocar bases clandestinas en varios países de Europa como Bélgica, Francia, España y principalmente, dada la languidez de controles y la influencia de la mafia chechena, en la región de los Balcanes”.
Según Moscú, este asunto es considerado un tema tabú en la mayoría de los medios de comunicación europeos, aunque es materia de debate de alto nivel en la política de seguridad de la OTAN, y es considerado como punto altamente sensible entre los responsables políticos europeos y estadounidenses por la importancia de aquella región considerada históricamente una frontera política fallida entre el Este y el Oeste.
En cable filtrado del Departamento de Estado de los EE.UU fechado en enero de este año, la embajada estadounidense en Sofía, señala que “organizaciones extranjeras apoyan el extremismo islámico en Bulgaria”. El documento indica que instituciones y grupos de caridad islámicos aportan económica y logísticamente a elementos radicales allegados al ISIS. El informe fue clasificado como secreto y acontecimientos sucedidos en los últimos meses han dado testimonio de la existencia real de los referidos antecedentes.
De acuerdo con informes de agencias de seguridad europeas, en los Balcanes y en Bulgaria en particular, grupos islamistas afines a ISIS están operando y un gran número de ciudadanos de ese país está ayudando a la organización en términos financieros. Estas actividades son coordinadas por islamistas chechenos que operan en Bulgaria junto a un grupo que se hace llamar hermanos musulmanes del Cáucaso.
Declaraciones de las autoridades de control migratorio de Bulgaria indican que “varios inmigrantes han sido apoyados por la mafia chechena en los Balcanes recibiendo pasaportes y documentación migratoria falsa que les permitió quedarse en Bulgaria. Algunos han sido individualizados en actividades de radicalización en el sur del país, zona mayoritariamente de población musulmana”.
En Kosovo, recientemente se ha establecido un movimiento social llamado “Bashkohu”, cuyo significado es “participación”. El liderazgo de la organización está integrado por devotos musulmanes que están llevando adelante esfuerzos por lograr la aceptación de la hijab en las escuelas locales y pretenden instaurar la sharia desconociendo las leyes europeas.
Según la agencia rusa RT, “aunque el movimiento aún no es capaz de adquirir el peso necesario para poner en práctica sus ideas, tiene capacidad para brindar logística a combatientes muy bien preparados del ISIS que están huyendo de los combates en Alepo y Mosul ante una derrota militar inminente para pasar a la clandestinidad e instalarse en Europa usando como base los Balcanes, y desde allí coordinar y ejecutar ataques del tipo de los realizados en Francia y Alemania”.
Fuentes de la Inteligencia alemana aseguraron a la Comisión de Seguridad de la OTAN que desde 2015 se han detectado casos en EE.UU y Alemania en los que yihadistas de Kosovo establecieron un alto nivel de participación y cercanía con el ISIS, y al mismo tiempo, por lo menos una docena de servicios de inteligencia de diferentes países han localizado unos 70 elementos que se unieron al ISIS con fines de atacar EE.UU, Francia y España e ingresaron a la Unión Europea a través de los Balcanes.
Según declaraciones de Anatoly Antónov, viceministro ruso de defensa, “la atención que está recibiendo Kosovo con respecto a la amenaza del Islam radical es un tema que no ha sido investigado a fondo por la seguridad de la OTAN ni por los principales medios de comunicación. Es una grave amenaza que se mantiene oculta para no generar mayor pánico en la población de varios países”.
A principios de julio de 2015, un número significativo de musulmanes se reunieron en las calles de Prístina organizando oraciones en las calles y manifestaciones para exigir la creación de una mega mezquita en el centro de la ciudad. Los manifestantes portaban banderas negras del ISIS y muchos de ellos estaban vestidos con uniformes usualmente utilizados por el grupo.
Una encuesta reciente realizada por el diario francés Le Monde reveló que el 43% de los franceses y el 41% de los alemanes consideran al Islam como una “amenaza” y hasta un 70% ve la integración de musulmanes dentro de sus sociedades como “problemática”.
En agosto de este año, Ángela Merkel reconoció el colapso de la multiculturalidad en Alemania, en paralelo, preocupaciones similares fueron planteadas por Londres. Si se añaden las recientes políticas de Francia y la coalición que hoy combate desde el aire al ISIS en Mosul, así como el sentimiento público y político en Austria, Países Bajos, Bélgica y Finlandia.
En este sentido, el problema del extremismo islámico en los Balcanes, inevitablemente debería ser tratado como un asunto europeo. A diferencia de Al Qaeda y otros grupos terroristas, ISIS es el único que dispone de un ejército y dominio de territorio. Sin embargo, cuando sus milicias sean derrotadas, es claro que la organización islamista se reciclara y dirigirá sus acciones de manera subrepticia operando la realización de atentados a gran escala cuyas consecuencias y costo en términos de vidas humanas puede ser atroz.
Los Balcanes son la puerta principal por la cual los inmigrantes ilegales musulmanes constituyen un riesgo para Europa, los términos “controles personalizados y crimen organizado” no se han mencionado hasta el momento. Sin embargo, varios jefes de estados europeos temen que se abra un corredor de vía libre para que un gran número de terroristas haga pie en su suelo.
Fuente:EnlaceJudio