En casa nos encanta pasear por el Jardín Botánico de Málaga, hay tanta paz entre todos aquellos árboles y el murmullo de sus fuentes y acequias que cronos a veces se detiene para no perturbar tan inconmensurable belleza. Por eso aquel día mientras disfrutaba haciendo fotografías...
Estaba
ensimismada esa tarde junto al Estanque de los Nenúfares Dorados cuando le vi aparecer. Y mientras disfrutaba de las tenues caricias de lánguidos rayos de sol le presentí llegar a lo lejos, con un vaivén cauteloso de sus andares felinos.