Y junio me ha cundido mucho más que mayo, como se puede apreciar: 7 novelas, un relato corto y una antología de poemas escritos por gatos para humanos. Como veis, todo más que completo, sobre todo si tenemos en cuenta que los géneros tocados van desde el terror hasta el romance adolescente.
Avenida de la Luz, de María Zaragoza, fue irónicamente mi última lectura del mes pero me ha fascinado desde la primera página, sobre todo por ser de terror y estar ubicada en Barcelona. Tras una historia que me ha dejado los pelos como escarpias en según qué pasajes, solo me queda visitar la ubicación de lo que iba a ser la Ciudad de la Luz. Dadme tiempo.
Aquí vienen cuatro libros de corte juvenil que han sido más que amenos y refrescantes. Un corazón de piedra, de Kat Spears, ha de destacarse por ser muy original al contar con un personaje como Jesse, y desde luego apostaría por su adaptación a la gran pantalla; de La Iniciación, de Joelle Charbonneau, solo tengo buenas palabras, aunque no esperaba menos tras tener una primera parte más que buena y adictiva; La Heredera, de Kiera Cass, que es la cuarta e inesperada parte de la trilogía original, ha tenido también su toque de originalidad, aunque espero mejoras en cuanto a la protagonista. Dejo para el final Diari del búnker, de Kevin Brooks, por ser una novela asfixiante y hasta desagradable. Para romper con el patrón de todo y quedarte con mal cuerpo. Imperdible.
Otra tanda de corte juvenil empieza con Odio el Rosa. Historia de Sara, de Ana Alonso y Javier Pelegrín, distopía que ante todo basa su original en ser una serie transmedia, donde además de leer, puedes participar activamente en la historia. No ha estado nada mal. Por otra parte, Bittersweet, la opera prima de Melanie Rostock, ha sido muy intensa por el tema al que trata, aunque al mismo tiempo ha sido previsible y tópica. Por último, El lado falso, de Sally Green, un relato corto para saber más de Gabriel. ¿Quién no anda enamorada de Gabriel...?
Y termino con Podría hacer pis aquí, y otros poemas escritos por gatos, de Francesco Marciulano, una antología de poemas escritos por gatos para que los humanos por fin podamos saber qué piensan. Divertídismo y un imprescindible en vuestra estantería si sois amantes de los gatos.
Y me despido con mis destacados del mes:
Ambientada en una Barcelona histórica escondida, Avenida de la luz, de María Zaragoza, es perfecto si buscáis una historia espeluznante con una base muy real.Para los que queráis desprenderos del aire ameno de lo juvenil, Diario del búnker no os dejará dormir con sus escenas escabrosas y desagradables.Si os encantan los gatos y suspiráis por entenderlos, Podría hacer pis aquí, y otros poemas escritos por gatos será vuestro manual diario.
¿Habéis leído alguno? ¿Qué os ha parecido?