¿Qué son los estudios de factibilidad?
Hemos ya establecido en repetidas ocasiones que los estudios de factibilidad cumplen, esencialmente, un propósito identificar el negocio más adecuado y rentable para el emprendedor o ejecutivo. Y con esa última frase enfatizo la importancia de tomar en cuenta que todo negocio es relativo, es relativo a la persona, no existen negocios despersonalizados y por tanto no existen negocios buenos para todo tipo de gente.
El hombre hace cultura y trabajo no al revés
Tomando en cuenta que todo negocio es relativo, entonces, ¿Cómo debemos partir para hacer un estudio de factibilidad?, pues con un autoconocimiento a nivel personal y un estudio interno a nivel técnico. El autoconocimiento a nivel personal tiene el propósito de ayudarnos a identificar, conscientemente, las habilidades y nuestras preferencias vocacionales, nacidas del deseo de trasformar el mundo y transformarnos, internamente. Aunque suene muy idealista, la verdad es que muy realista; cuando pensamos, por ejemplo, que nuestro trabajo y carrera deberá ser aquel que esté teniendo más éxito, estamos partiendo de la falsa premisa que la cultura hace al hombre (el trabajo es un elemento de la cultura), y la realidad es que no es así, el hombre hace cultura y hereda cultura, sin embargo, esta no es de ninguna forma un monolito y bien puede ser trasformada o eliminada. La consecuencia de esta mala interpretación de la realidad es una profunda y constante insatisfacción, a raíz de las expectativas no cumplidas, y es que uno de nuestros deseos más profundos, el de desarrollo personal, consiste, precisamente, en desenvolvernos en aquello que nos gusta y nos apasiona para beneficio de los demás.
Partiendo de la falsa premisa de la cultura hace al hombre, es que llegamos a pensar que nuestro trabajo debe ser aquel que presente más éxito económico en un momento dado., y rápidamente nos convertiremos en agentes pasivos de la cultura, la heredamos por completo sin ningún tipo de crítica o reflexión constructiva, lo que por consecuencia lógica trae una devaluación de nuestro trabajo, ya que en realidad no somos aportadores sino receptores, y como otros muchos que piensan como nosotros lo que terminamos consiguiendo son sueldos más bajos., porque de inicio no estamos cambiando nada.
Partimos de lo que nos apasiona
Debemos ser capaces de atrevernos a hacer aquello que realmente nos apasiona, claro está, conociendo al mismo tiempo nuestros defectos de carácter como la impaciencia, que nos podría tender muchas trampas al desistir demasiado pronto.
Ahora bien, dado que nuestras posibilidades como seres humanos, en el trabajo, son realmente muy amplias y variadas, independientemente, de que se hayan acotado ya bastante después del autoconocimiento, tendremos que ser capaces de iniciar con aquellas que presenten mayor éxito, pero solo después de nuestro autoconocimiento que además de mostramos cuáles son nuestras pasiones nos deberá mostrar nuestras habilidades, aquello que mejor sabemos hacer, y aquellos que mejor sabemos hacer es en si mismo un factor importante en las posibilidades de éxito de un negocio