En el juego tendremos que controlar a un aventurero pixelado y algo chato que se interna en diversos escenarios sorteando obstáculos, enemigos y un sinfín de trampas. La disposición de las mismas (con mucha mala leche), y la rapidez con la que transcurre toda la acción, nos obligará a repetir los niveles una y otra vez antes de que tiremos el mando por la ventana recordando, como no, viejos tiempos en los que la habilidad lo era todo.
Para esta versión no se han incluido novedades ni nuevas características, así que si ya lo habíais disfrutado en móvil (en el caso de que eso sea posible ;) o en el ordenador, no merecerá la pena descargaros esta conversión. En caso contrario no dejéis de echarle un ojo mientras esperamos a la secuela de Gunslugs...
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