El examen

Por Humbertodib

“El examen tiene que respetar fielmente los pasos establecidos por la retórica antigua, esto es, el texto debe contener los cinco elementos de laoratioformulados por Córax de Siracusa: exordio, narración, argumentación, digresión y epílogo…”. Y ya no quiso seguir leyendo el enunciado.
Frente a semejante requisito amedrentador, se puso tan nervioso que rompió la mina de suPilot H-165 apenas la apoyó sobre el papel para intentar garabatear algo y no tener que entregar la hoja en blanco. Apretó varias veces el botón, pero no conseguía que saliera otro grafito, entonces recordó que hacía tiempo que no recargaba el portaminas. Mientras se maldecía en voz baja, comenzó a presionar el botón con tal enojo que terminó saliendo una cuartilla enteramente redactada por el otro extremo del lápiz. Más desconfiado que sorprendido, leyó el texto una y otra vez para ver dónde podía estar el engaño, sin embargo, era tan admirable el examen como inexplicable su aparición. Sin pensarlo demasiado, tomó la hoja, se levantó y fue a entregársela al profesor, mientras miraba -burlonamente- a sus compañeros de clase, quienes se desvivían por redactar un párrafo digno.Al otro día, cuando fue a buscar la nota, se encontró con que él era el único que no había aprobado. Claro, el examen debía estar escrito con tinta, como estaba indicado claramente al final del enunciado.