"EL EXORCISTA": Repaso de la primera temporada

Publicado el 22 diciembre 2016 por Ocioenpocaspalabras

El Exorcista era sin duda una de las nuevas series de este año que había levantado más expectación. Una nueva adaptación del clásico de William Peter Blatty en formato televisivo, compuesto por diez episodios de 45 minutos de duración, que prometía una buena dosis de terror a los espectadores.

Sin embargo, sus inicios fueron tremendamente titubeantes, llegando incluso a que me planteara dejar de verla. Una dirección paupérrima, llena de tremendos errores de montaje, selección musical y una deficiente dirección de actores, que llegaba a crear incluso momentos ridículos en algunos momentos y que rompían completamente el ambiente que se supone que una serie de estas características debería mantener.

La serie nada entre dos aguas, la del terror y la del drama, contando con momentos realmente brillantes cuando optaba por el camino del terror, pero que naufragaba estrepitosamente en cuanto le entraba la vena dramática.

Otra de las cosas que me frenó al principio fue la elección de Geena Davis como protagonista. Confieso que me pareció un tremendo error de casting, sobre todo teniendo en cuenta que es la única interprete conocida del reparto, con excepción de Alan Ruck, un eterno secundario que nos deja un buen trabajo en esta ocasión. Pero he de romper una lanza en favor de Davis y reconocer que, a medida que avanza la serie, va ganando enteros y nos ofrece un final de temporada estupendo, lo que me hace volver la vista atrás y dudar de los encargados de dirección de actores una vez más.


Por otro lado, en lo que a actores se refiere, la serie me ha descubierto un par de gratas sorpresas, la joven Hannah Kasulka y el ya veterano, pero aún poco conocido, Ben Daniels, al que podemos ver actualmente en Rogue One: Una historia de Star Wars.

Por suerte, hacia la mitad de la temporada, los guionistas decidieron incluir un par de giros inesperados que, si bien se me antojaron un poco desesperados, acabaron siendo positivos y haciendo que la serie remontara el vuelo para encarrilar un tramo final bastante interesante, con corrupción eclesiástica de por medio, sustituyendo la sección dramática de la serie por otra mucho más interesante de thriller oscuro.

Así que la conclusión es que, a pesar de que no es una gran serie sí que, una vez superados los primeros escollos en el camino, se convierte en una serie bastante aceptable para los amantes del terror, que va creciendo a medida que avanza y que, en caso de que le den continuidad con una segunda temporada, podría convertirse en una buena serie dentro de su género, un género en el que cada vez hay más competencia.

Está por ver si con la historia de esta temporada prácticamente cerrada, un nuevo grupo de protagonistas y un nuevo enfoque pueden poner El Exorcista en el lugar que se merece.