El experimento: Intimidad acelerada

Publicado el 19 febrero 2015 por Águeda Lorena García González @aguedlgg

La "intimidad acelerada" es un experimento basado en un estudio psicológico(utilizado para generar un ambiente de intimidad entre psicólogo y paciente) que demuestra qué es lo que necesitan las personas para enamorarse. El experimento televisivo del programa "El Hormiguero" me lo demostró...Os pido por favor que lo veáis, no va a dejaros indiferente. (Y no lo digo en broma)

Haciendo un zapping me encontré un "experimento amoroso" que me impactó. Consiguió hacerme reír y llorar simultáneamente: Disfruté de la felicidad de esas parejas y lloré porque añoraba la felicidad que me proporcionó en su momento la mía.

El experimento consistía en demostrar Ley de la Atracción y el enamoramiento. ¡Y vaya si lo demostró! Según algunos estudios, se necesita un promedio de 10 citas para que dos personas descubran lo que les gusta de la otra y se enamoren. Me parece bastante real y factible, pues lo del amor a primera vista no lo tengo claro...

Te puede gustar, pero después de hablar con esa persona un par de veces puede que te enamores o que te alejes ¿Verdad?

Basado en un estudio en el que aceleraron el proceso de atracción concentraron esas 10 citas en una sola, emparejando a gente que no se conocía y donde tenían que mantener una conversación a través de preguntas que habían preparado para ellos y basadas en un estudio psicológico (preguntas que no formularías en una primera cita... pero que te dan una idea muy clara de la persona que tienes delante).

Pues bien, las parejas hablaban y se contaban su vida, el tiempo pasaba y en una hora algunos ya se habían acercado más, algunos incluso se besaron y otros se dieron los números de teléfono.

En el video se apreciaba perfectamente cómo se transformaban los gestos, cómo las miradas frente a frente se volvían mucho más sutiles y estudiaban al otro... De repente las parejas sonreían, gesticulaban, se tocaban levemente, se preguntaban si volverían a verse ¡Y yo con una cara de idiota....que no veas! ¡Qué bonito es el amor!

Las parejas eran de diversas edades y de todo tipo (guapos, feos, adolescentes, maduritos, delgados y gorditos...) ¡Pero la reacción ante la evidente atracción entre ellos me dejó alucinada! Puede que no hiciesen falta 10 citas ni 5, no lo sé pero que en ese momento había magia, eso seguro.

Una frase explicaba por qué nos atraía alguien (y no sólo por lo físico) y qué hacía esa persona para que conseguir que nuestro mecanismo de defensa se relajase y nos mostrase tal y como somos ¿Sabéis que es eso que nos gusta y que hace que nos atraiga esa persona?

Lo que hace que nos sintamos bien al lado de alguien es simple y llanamente, la forma en que nos escucha.

Pues bien, me lo creo: Me creo que estamos hartos de citas en las que al otro/otra le importas un carajo, en las que no hace más que mirarte el escote, en las que ni siquiera te invita a una copa (la igualdad y esas cosas...pues te la pagas tú) y que siendo realistas, tanto nosotras como ellos (todos sin excepción) ¡Estamos hartos de que nos tomen el pelo! Hartos de que nos utilicen para pasar un rato, que nos hagan sentir bien durante una noche y después no les importes ni un pimiento, que ni te llamen ni te escriban, que sean tan asépticos que te digan claramente que vivas el momento porque ellos o ellas (que las hay) sólo quieren sexo o compañía esporádica..."llámalo X".

Y claro, cuando conoces a alguien que te mira y te escucha (parece fácil pero no debe serlo...) que te pregunta cosas directamente y no puedes negarte a responder porque la pregunta no deja opción al escaqueo... Cuando realmente conectas es cuando escuchas y te escuchan.

No vamos a mencionar el componente físico que es fundamental para la atracción, pero yo no hablaba de atracción física y sexual de una noche. El experimento hablaba de que en 10 citas, una pareja podía enamorarse porque era el promedio de tiempo necesario para conocerse.

Y la Rubita se pregunta: ¿Cómo vas a conocer a nadie si no te dura el ligue ni dos días? Estoy segura de que es cierto, si alguien te gusta en un inicio, lo sigues viendo, charlas con esa persona, te tomas un café (o un poleo menta...me da lo mismo) si nos diésemos la oportunidad de conocernos fuera de la cama, ¡Muchos de nosotros nos hubiésemos enamorado como idiotas!

Así que ya no sé qué es mejor, el que te dejen a los dos días y así no te pillas (te rallas, eso sí... y ves como la ilusión se desvanece tras el primer encuentro de cama) o si lo bonito y lo realmente satisfactorio de conocer a alguien es ver si es o no compatible fuera de la cama. Porque cuando encuentras a ese alguien, joder...es maravilloso.

El gran problema es que vamos por la vida fingiendo no sentir, fingiendo queapetece volver a quedar ¡Cuando te estás muriendo de ganas!(puede que a veces una primera cita no salga bien, a todos nos ha pasado) Que las cosas que debían ser naturales como un mensaje o una llamada se convierten en la cosa más estudiada del "mundo mundial", me han comentado que El Ministerio de Educación homologar un Master nuevo para este año: "Técnico Especialista de Mensajes Cifrados de Whatsapp" ¡Porque mira que le damos vueltas!

Y francamente, no soy la única que quiere lo más difícil (o eso parece, dificilísimo) conocer a alguien que al mirarme de frente, haga que el tiempo vuele y que solamente piense en la manera de volver a verte. Que le envíe las buenas noches y no tenga que cronometrar el tiempo de respuesta, que le diga "buenos días" y no tenga que sentirme idiota porque a las 11 de la noche todavía no me ha contestado, que no me haga sentir una reina para después lanzarme de una patada lejos del castillo, que sea feliz simplemente compartiendo un rato conmigo...

Y ése es el problema, que nadie da opción a que se cumplan las 10 citas (ni siquiera 5) en las que realmente te quedas pillada por alguien y te enamoras... ¡Tenemos lo que nos merecemos! ¡Por gilipollas!

NOTA: Me incluyo entre esas personas que no han dado oportunidades a alguno simplemente porque no hubo "fuegos artificiales" en la primera cita, pero que posiblemente me hubiesen encantado a la tercera... Pero claro, ¿Por qué sentarse a negociar?