El experimento psicológico que no quieren que sepas.

Publicado el 28 abril 2018 por Carlosgu82

Los monos y el humano comparten muchas similitudes cerebrales.

Todo esto empezó en el siglo 20, un científico llamado Harlow hizo un cruel experimento con monos para investigar sobre las relaciones madre e hijo.

Cogió a las crías recién nacidas y las separó de sus madres, encerrándolas en pequeñas jaulas individuales, dónde los alimentaban ellos mismos. Se fijó que las crías crecían con mas peso que en libertad (obviamente ya que las crías solo comían y estaban encerrados en jaulas). Más tarde se dio cuenta de que los monos ya mostraban secuelas, sobre todo en la conducta . Empezaron a caminar corcobados a causa de estar todo el día en la jaula y de su pequeño tamaño, se chupaban el dedo todo el día simulando los pechos de sus madres, también se quedaban mirando a la nada con la mirada pérdida y si ningún tipo de sobresalto por causas externas.

Al paso del tiempo empezó a darse cuenta que las crías a falta de la figura materna, eran miedosos y muy inseguros a la hora de presentarse a nuevas situaciones, a uno de los monos se les había quedado un trozo de felpa en los barrotes y la cría empezó a acariciarla y a intentar acurrucarse con la felpa, cuenta que al alejarla el animal se agitaba y lloraba,  Harlow al ver esto creo dos madres artificiales para las crías y seguir experimentando, una de ellas era completamente de metal menos su cabeza y tenia incorporado en la mitad del busto un bebedero con leche,la otra la habían echo con un trozo de cojín envuelto en una tela aterciopelada  con una bola de billar a modo de cabeza. Las introdujo dentro de la jaula y para sorpresa del científico, las crías no se decidieron por una, no se despegaban de la madre artificial aterciopelada, pero cuando sentían hambre bebían de la madre de metal pero sin perder contacto físico con la primera. Esto fascinó a Harllow y le demostró que las crías necesitaban tener un afecto extremadamente estrecho con sus madres para poder desarrollarse sanos y que simplemente con darles de comer no bastaba. Además concluyó que el comportamiento con su entorno mejoró inmediatamente al sentir afecto con la madre, los hacia sentir mas seguros. Los puso en diferentes situaciones al límite de estrés, y los monos iban en busca de la madre artificial para buscar cobijo y consuelo, ya que en los anteriores casos en los que no habitaban con ninguna figura materna las crías reaccionaban ante estos duros estímulos con terror e inseguridad y con desorientación por no saber que hacer. Demostró que cuando tenían la figura materna protectora cuando estaban indefensos, los ayudaría en un futuro a controlar y afrontar mejor y con mas seguridad las situaciones extremas.

El científico se quedó con ganas de más y decidió someterlos al aislamiento.

Los encerraba en un habitáculo donde literalmente los privaba de cualquier contacto con el exterior. Les ponían agua y comida y un espejo polarizado en una de las paredes para observarlos, el experimento se prolongó durante meses incluso años.

Después de esto concluyó que los monos quedaron aletargados y con una pasividad asombrosa, los monos mostraban indiferencia ante situaciones con otros de su especie, casi todos acabaron desarrollando tendencias antisociales y desapego cuando llegaron a la edad adulta, no se interesaban en encontrar pareja o traer crías, en una ocasión aisló  a dos monos macho y hembra para que copularan pero los animales no tenían ni idea de lo que era eso, no mostraban interés el uno por el otro, otros también dejaron de interesarse por los alimentos y acabaron falleciendo.

La cosa no queda aquí el investigador decidió experimentar con las hembras torturadas y al percatar que no quedaban en cinta, creó un método horrible con una especie de arnés donde amarraba a las hembras para obligarlas a ser fecundadas por los machos. Cuando las hembras dieron a luz, el resultado fue desastroso, no ejercían su papel como madre ignorando a sus crías y algunas llegaron a mutilar y matar a sus descendientes.
El científico determinó que la relación con la madre tanto en monos como en humanos durante los primeros años de vida del infante o cría de simio era vital para su desarrollo personal y social.
Por eso les explicaba su experimento, porque como dije al principio del artículo los humanos compartimos un gran porcentaje con el cerebro de un simio, a lo que quiero llegar es que los científicos no investigaban esto para el desarrollo de la vida de los monos si no que estaban probando para ver que impactos podrían tener en nosotros para manipularnos como niños asustados desorientados al igual que las pobres crías torturadas , como puedes ver a un gran porcentaje de la juventud de hoy en día se ven así, están perdidos y desorientados intentando sentirse arropados por alguna tribu, colectivo, grupo… Etc además de la ruptura de familias enteras, y por el lavado de cerebro de los arquetipos familiares.

Y no creo que fuese casualidad que empezaran con estas investigaciones Harlow en los años 50 ya que se acontecieron muchos cambios en aquella época, sin olvidarnos también del cambio que sufrió  la  publicidad, ¿Casualidad?  no lo creo… Pero ahí no queda la cosa hace poco salto el bombazo de que PETA había denunciado al instituto nacional de Estados Unidos. ¿El porqué? Estaban haciendo experimentos psicológicos con simios, financiado por impuestos de los ciudadanos contribuyentes de los Estados Unidos con más de 30.000 millones de dólares. Aquí como Harlow separan a las crías de sus madres, sedan a las madres y observan como las crías intentan reanimarlas. En una de las grabaciones que PETA logró filmar y utilizó para la denuncia anteriormente mencionada : un científico no paraba de reírse al ver que una madre anestesiada intentaba por todos sus medios intentar incorporarse  para poder consolar a su cría que estaba aterrorizada por los abusos de los investigadores. Además de hacerlos pasar por infinidad de pruebas para asustarlos , como por ejemplo ellos saben que el simio tiene un instinto de tener miedo a las serpientes o cualquier reptil, por ello les metían en las jaulas robots con apariencia de serpientes, otra de las torturas es colocarlos en cámaras aisladas, donde los asustan con una ráfaga de sonidos estridentes y elevados.

Y ahora te pregunto a ti lector, no se parecen esas historias un poco a nosotros, simios enjaulados en ratoneras de la urbe donde no nos dejan tiempo para pensar y nos bombardean con publicidad psicológica todos los días en cualquier medio, nos aislan como a los monos para que sintamos apatía y así ellos consigan manejarnos,  la esterilización de la población con mentiras como la sobre población y todos los ideales que nos han metido hoy en día, como que la mujer no debería tener hijos cuando a ella le da la gana por esto, por aquello y lo de más allá, están todo el tiempo reprimiendo a la población como le hacían a los monos.

Y estoy completamente segura de que van por ahí los tiros, ya que hablo de la pérdida de valores en las familias, de las drogas, de las leyes impuestas, son todo medios para corromper y oprimir a la gente, para que nos anulemos como personas y lleguemos a la pasividad absoluta, para que dependamos del sistema y no por ti mismo y lo que la naturaleza te brinda y te enseña. Os dejo también reflexionando con  que los traumas y las enfermedades como la depresión o la alta pasividad puede llevar a trastornos mentales mucho mas graves incluso a la muerte. Y que puede ser incluso más grave si se trata de carencias afectivas acarreadas por los traumas infantiles y la falta de cariño y conexión de una madre.