Por José R. Cortés Criado.
En esta obra se mezcla la realidad con la ficción, la fantasía con la historia; y las relaciones humanas entre seres diferentes, la solidaridad, el amor, la amistad... dando lugar a una amalgama de sentimientos y emociones que conforman el sentir del protagonista, que no es otro que el de cualquier persona. La lectura es tan atractiva que en cuanto comienzas no puedes dejar de leer, porque si emocionante es la trama del mago, mayor interés tienen su afán por ocultar la identidad de su compañero de espectáculo y las conversaciones que mantienen ambos. Sierra i Fabra vuelve a sorprender con un nuevo título, donde la vida azarosa de un joven huérfano francés de principios del siglo XX se mezcla con las reflexiones sobre el amor, la vida, el futuro... que elabora tras las conversaciones que mantiene con su muñeco parlante. Gustav vive en las calles de Lyon, no tiene familia y le gusta el teatro; oculto tras una cornucopia ve por primera vez al Profesor Palermo y su Ingenio Parlante. Maravillado por el espectáculo de ventriloquía, decide acercarse al misterio que envuelve al muñeco, porque por su tamaño, forma y volumen no parece posible que sea un ser humano oculto en un disfraz. El niño descubre el misterio sin saber que al hacerlo ha asumido una gran responsabilidad para toda la vida. El Profesor Palermo lo incorpora de ayudante y le muestra el secreto de su muñeco parlante. Desaparecido el profesor, él será el nuevo mago de fama internacional. A lo largo de las páginas conoceremos sus vicisitudes en la sociedad civil, en el campo de batalla durante las dos grandes guerras europeas, y en su vida familiar, la que antepone a descubrir la verdadera identidad de su ingenio parlante. El escritor nos lleva a reflexionar sobre la guerra, que me hizo recordar su alegato contra la misma en el libro El soldado y la niña. También lo hace sobre los avances científicos del ser humano y sobre la posibilidad de vida en otras galaxias, tal como dejó escrito en La trilogía de las Tierras o en Marte XXIII.
Esta obra obtuvo el 5º Premio La Galera Jóvenes Lectores tras recibir el apoyo mayoritario de los 251 jóvenes procedentes de las librerías que forman el Club Kirico. Como anécdota, cuenta el autor, que el guion de esta obra lo escribió en una servilleta de papel mientras cenaba en una terraza de Palermo, de ahí el nombre del mago.