El fachódromo (16): “Chernóbil fue producto de los pecados” (Kiril, patriarca de la iglexia ortodoxa rusa, abril-2011)

Publicado el 28 abril 2011 por Javiersoriaj

Joder, y nos quejamos de los nuestros, pero parece que la necedad es contagiosa, al margen de la etiqueta que se pongan… “Dios pudo haber detenido la mano del operario que dirigía el reactor y que cometió el terrible error, pero Dios dejó hacer”. Ufff, y cada frase más “gloriosa” que la anterior… Vaya tela…

Kiev, 27 abr (EFE), LaRioja.com

El patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa (IOR), Kiril, afirmó hoy que la catástrofe en la central nuclear de Chernóbil fue producto de los pecados del hombre, en un servicio religioso con motivo del 25º aniversario del mayor desastre en la historia del uso pacífico de la energía atómica.

“El pecado, que ha entrado en la naturaleza del hombre, empuja a la gente a cometer errores en aras de la consecución de objetivos pecaminosos. Un terrible error causó la catástrofe de Chernóbil”, dijo el cabeza de la IOR, citado por las agencia locales.

Ante los fieles congregados en Pechorska Lavra, el Monasterio de las Cuevas de Kiev, Kiril agregó que “Dios pudo haber detenido la mano del operario que dirigía el reactor y que cometió el terrible error, pero Dios dejó hacer“.

Y mucha gente con su muerte hizo, quizás, su aporte en la expiación de los pecados“, dijo.

Según el patriarca ortodoxo, en el accidente de Chernóbil “estuvo presente la mano de Dios, pues la liquidación de las secuelas de esta catástrofe se convirtió en una gran hazaña moral para miles de personas”.

Kiril señaló que catástrofes como la de Chernóbil “muestran que cuando el hombre adquiere un enorme poderío mediante su inteligencia, los avances de la ciencia y la creación de nuevas tecnologías, debe también crecer en su gran responsabilidad por los que le rodea, por el mundo de Dios, por la naturaleza”.

Ucrania y todo el mundo recordaron ayer el aniversario del desastre de Chernóbil, catástrofe que el presidente ucraniano, Víctor Yanukovich, calificó de “reto de magnitud planetaria” que solo la comunidad internacional unida está en condiciones de afrontar.