El fachódromo (18): “DRY tiene un inquietante tufillo a montaje” (J. G. Ferrari, La Razón, 18-mayo-2011)

Publicado el 19 mayo 2011 por Javiersoriaj

“El 15-M invita a la carcajada si no fuera porque estamos hablando de algo dramático…”. Traigo hoy fachismo en estado puro. Javier G. Ferrari, director general de TVE con el PP, hilvana estupideces una detrás de otra. Os dejo que las leáis por vuestra cuenta, pero no me resisto a decir un par de cosas:
- Sr. Ferrari: usted manipulaba desde TVE, que no consiguió un reconocimiento internacional como el obtenido tras su marcha con usted en el cargo… por motivos evidentes, claro…
- Ustedes, desde los medios, manipulan, y a su vez son manipulados por el dinero que les pagan, que justifica las bajadas de pantalones de tantas y tantos que deberían ser la voz de la sociedad contra el poder, y son la voz del poder para dormir a la sociedad.
- “inquietante tufillo a montaje” tenían sus telediarios, no ésto…
- ¿quiénes son los que, sabiendo que van a perder en las urnas, “se apuntan a encabezar…”. Ponga nombres, sea digno con su profesión, documente, informe… (y no trate de manipular)
- “la alegre muchachada de Zapatero” lo será… (voy a evitar el insulto fácil, que los progenitores no siempre tienen toda la culpa ni reciben dinero por vender algo diferente a la pluma y la profesión)
- Y, Sr. Ferrari, no diga eso de “sacar a la gente a la calle es relativamente fácil”… La gente ya nos sacamos solitos. La pena es que no nos hayamos sacado mucho antes y muchas más veces para exigir, entre otras cosas, que impresentables como usted ocupen cargos públicos para apoyar una opción política (en el fondo es usted un cachondo, con eso del PP de centro-derecha) y, como tantos otros, deslegitimar la democracia en nombre de intereses que poco tienen que ver con la verdadera democracia… Usted está manipulado, y lo peor es que es voluntario: esto es, se deja manipular porque es un vendido. Bon día…

Jugando con fuego. La Razón.es , 18 Mayo 11 – - Javier G. FERRARI

“No creo en las casualidades, y menos a tres días de unas elecciones que pueden cambiar el mapa político de este país. La irrupción de ese movimiento supuestamente espontáneo llamado «¡Democracia Real, Ya!» tiene un inquietante tufillo a montaje o, cuando menos, a inducido. Las llamadas redes sociales pueden convertirse en un arma de agitación y propaganda donde es fácil manipular a mucha gente de buena fe, necesitada de ilusiones y de esperanzas. La falta de horizontes y la desesperación son el mejor caldo de cultivo para que saquen provecho aquellos que no tienen escrúpulos. Es todo un síntoma que aquellos que se encuentran a un paso de ser derrotados en toda regla en las urnas se apunten a encabezar una manifestación que ellos mismos han provocado con sus insensateces y frivolidades políticas. Ahora va a resultar que los cinco millones de parados, el frenazo brutal del consumo y la ausencia de expectativas de mejora no son, al menos en gran medida, consecuencia de la política de los gobiernos del señor Zapatero, que lleva siete años largos teniendo en sus manos la manija del poder. La maestría con la que la izquierda española es capaz de darle la vuelta a las evidencias como si se trataran de un calcetín causa escalofríos. Todo vale para alcanzar el poder y todo vale para mantenerse en él. La historia no es nueva, pero el centro derecha español se sigue dejando sorprender por la capacidad de simulación del aparato propagandístico que los socialistas –e Izquierda Unida en mucha menor medida– son capaces de desplegar. Resulta esperpéntico que Tomas Gómez hable de despachos lujosos y derecha ácrata para buscar a los culpables del paro, el mileurismo y la falta de horizontes de los jóvenes españoles. Y que José Blanco diga que es el PSOE el que puede dar soluciones a los problemas que denuncian los integrantes de este movimiento nacido el 15-M invita a la carcajada si no fuera porque estamos hablando de algo dramático. Es la vieja historia del bombero pirómano, que, desgraciadamente, sigue calando en no pocas capas de nuestra sociedad. Rajoy y los suyos pueden encontrarse el domingo por la noche con un triunfo convertido en un casi fracaso. Bastará con fabricar la cortina de humo apropiada, y en eso no hay quien pueda ganar a ZP y a su alegre muchachada. Una muchachada que, una vez más, está jugando con fuego. Sacar a la gente a la calle es relativamente fácil; el problema es volver a enviarlos a casa. Pero eso es algo que ahora mismo a la izquierda española no le importa. Ante la incapacidad de movilizar a los suyos, los socialistas están dispuestos a quemar las naves. Lo mejor es que la abstención sea tan alta que se pueda deslegitimar el éxito. Por eso Rubalcaba dice que de lo que se trata es de confiar en los amigos o dejar paso a los adversarios. O mía o muerta. Ésa es la filosofía del PSOE ahora que ve cómo su hegemonía está a punto de derrumbarse”.