La música refleja el alma de los pueblos: sus sentimientos, sus preocupaciones, su historia; en especial, la música popular. Cada pueblo tiene su música característica y la de Portugal es el fado.
El fado es un tipo de canción melancólica con un acompañamiento de guitarra española y guitarra portuguesa (de 12 cuerdas). Trata varios temas, la mayoría muy sentimentales y relacionados con la vida cotidiana: la dura vida de la gente humilde, sus amores y desamores, la frustración, la fatalidad… Realmente no es un tipo de canción que quieras ir a escuchar si estás deprimido.
Los orígenes del fado son inciertos. Aunque sólo se tiene constancia de su existencia desde el siglo XIX, hay quienes lo sitúan mucho más atrás, en la época islámica, argumentando que tiene similitudes con algunos tipos de música del norte de África. Pero es en el siglo XX cuando ha gozado de su máximo esplendor, con artistas como Amália Rodrigues que lo hicieron famoso internacionalmente. En 2011 se añadió a la lista del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.