Huele a azufre todavía.
Es
la cuarta economía más grande de América Latina, después de Brasil, México yArgentina. La principal actividad económica de Venezuela es la explotación y refinación de petróleo para la exportación. Su petróleo es de bastante peor calidad que el de Oriente Medio, y lo vende generalmente sin refinar, dejando que empresas extranjeras lo hagan, por consiguiente lo venden más barato. La demanda de crudo a escala mundial ha disminuido, por el estancamiento económico y por la posible substitución del combustible por otros de más económicos y esperemos menos contaminantes. Su producción, también ha aumentado. Es por eso, que su precio sigue en descenso, perjudicando a países productores como Venezuela, que se ven obligados a vender más barato o a no vender, para no salir perdiendo en el negocio. El colapso de los precios del petróleo ha puesto en una situación económica difícil al país. Las exportaciones de petróleo proporcionan el 60% de los ingresos del país. Venezuela ya no será capaz de hacer los pagos a los inversionistas extranjeros sin los ingresos del petróleo. Es por eso que Maduro se ha embarcado en un viaje por el mundo en busca de dinero, China y Rusia, sus posibles salvadores. China, que de manera vulgar podemos decir que ya posee Venezuela con la de crédito que le ha proporcionado. Y luego está Rusia, aunque los rusos no están para tirar cohetes, ya que también sufren una dura devaluación del rublo por la bajada de precios del petróleo.El gobierno ha confirmado que la inflación está cerca del 65%, el déficit fiscal se ha disparado por encima del 15% del PIB y la tasa de cambio del mercado negro se cotiza a 180 Bolívares el dólar, casi 30 veces más alta que la tasa oficial.Mientras tanto, los inversores extranjeros, esperan el día en que Venezuela los llame y diga: "lo siento, no tenemos el dinero". El gobierno no hace nada para frenar la inflación y la escasez de bienes y alimentos. La gente espera largas colas cada día para entrar en los supermercados con los estantes vacíos. Ni para limpiarnos el culo tenemos, me decía un amigo Venezolano hace unos meses.
Y como dijo el comandante, "huele a asufre todavía" en Venezuela.