Aun no salgo de mi asombro al leer las opiniones del presidente del Fondo para la protección de los animales salvajes (FAPAS), Roberto Hartasánchez, sobre la supuesta importancia de los eucaliptales para la conservación del medio natural en la cornisa cantábrica. Estas opiniones fueron expresadas en el "VI Encuentro forestal para partes interesadas", un simposio celebrado en Tapia de Casariego hace una semana organizado y patrocinado por la empresa Norfor, la filial forestal del grupo ENCE.
Según el presidente del FAPAS, las plantaciones de esta especie "podrían ser de gran importancia para los osos y los urogallos", al proporcionar refugio y alimento. Estas declaraciones suponen un importante estímulo para la empresa papelera, que hace pocos meses solicitó a la administración asturiana la creación de un plan para reforestar un tercio de la superficie de Asturies con eucaliptos, la especie forestal más bondadosa que existe según el director de ENCE. Qué hay mejor que contar con el apoyo y el beneplácito de una de las asociaciones ecologistas con más socios, no sólo de Asturias sino en el resto de España. Si no puedes con tu enemigo, únete a él.
Lo que no se imaginaba el FAPAS es que esas declaraciones iban a tener más trascendencia que lo que ellos mismos esperaban. Hace años que los que vivimos en Asturies conocemos las opiniones de esta asociación sobre la conservación de la Naturaleza, opiniones que incluyen el apoyo a las matanzas de lobos en el Parque Nacional de los Picos de Europa o el apoyo a la línea de alta tensión Lada-Velilla que partirá en dos una de las zonas mejor conservadas de la Coordillera Cantábrica. Pero estas noticias suelen publicarse en la prensa regional y no suelen salir de aquí, pero siempre hay una primera vez. La rápida difusión de estas declaraciones en numerosos periódicos y foros de internet llevó al FAPAS a contestar a algunos socios indignados para tratar de explicarse. Según el señor Hartasánchez, todo se debía a las interpretaciones erróneas de sus palabras que habían hecho los periodistas, para posteriormente usar la floración invernal del eucalipto y el beneficio para las abejas para intentar justificar lo injustificable, sobre todo porque no hay ni un sólo estudio científico que lo confirme.
Tanto la defensa del eucalipto por parte del FAPAS, como las absurdas explicaciones dadas como respuesta por esta asociación, son una irresponsabilidad descomunal. El eucalipto es uno de los mayores problemas ambientales de todo el norte de la Península Ibérica. La superficie ocupada por esta especie ha triplicado su presencia en Asturies en los últimos 30 años, lo que la convierte en la segunda especie arbórea más abundante en nuestra región, superando en 12.000 Ha las previsiones del plan forestal para los próximos 60 años. Literalmente el litoral de Asturies es actualmente un monocultivo de eucaliptos solo interrumpido por carreteras, autopistas y otras infraestructuras. ¿Por qué una asociación que supuestamente tiene como objetivo proteger la Naturaleza hace unas declaraciones de este tipo?
Ya va siendo hora de empezar a quitar máscaras, va siendo hora de que todos conozcamos quién intenta defender la Naturaleza, muchas veces desde el anonimato y quien se lucra con ello. Todos deberíamos saber que las empresas contaminantes o que provocan un impacto negativo en el medio ambiente reparten legalmente entre algunos grupos ecologistas ingentes cantidades de dinero en concepto de compensaciones ambientales. ¿Cómo se reparte este dinero? ¿Qué se da a cambio por él? Quizás los socios de estas asociaciones deberían empezar a preguntárselo.