El faro del Piles, Gijón

Por Totxi

Donde ya el buen tiempo y el verano es un reclamo importante para disfrutar de una buena comida al aire libre, la situación que estamos viviendo, a incrementado la demanda de espacios abiertos. Hoy os hablamos de uno de ellos; El faro del Piles. Un clásico de Gijón con más de 25 años de historia y situado en un espacio privilegiado de la ciudad, en Av. de José García Bernardo, 352,o para ser más prácticos entre las escaleras 18 y 19 del Muro de San Lorenzo, frente a la escultura Sombras de Luz. Amplia terraza en la parte trasera, con zona infantil, comedores con vistas al mar, así como aparcamiento, no muy amplio, pero ahí lo tienes.

Carta amplia, con numerosas entradas clásicas de cualquier restaurante, ensaladas, embutidos...pescados y mariscos variados, como por ejemplo, lubina, chopa, pixin, bugre, ñocla, centollo...y carnes también variadas, chuletón, escalopines, cachopo, lechazo...

¿Que probamos en nuestra visita? pues empezamos por unos clásicos calamares frescos, algo duros y nada destacables de sabor para ser frescos, unas croquetas ricas y un pastel de cabracho correcto (en la foto podéis ver media ración) También unos escalopines al cabrales, típicos de cualquier sitio, pero nada reseñable. Lo que si nos llamó la atención fue el salteado de chipirones, almejas y gambas. Como veis en la foto, no parece un salteado, o por lo menos cuando lo pedimos no pensamos en algo así. Yo lo llamaría quizá mejor, cazuela de chipirones, que servido con unas patatas y una cebolla pochada...no se igual encaja, pero salteado...no creo. Ojo, de sabor estaba bueno, pero ya os digo que no es nada destacable. Terminamos con el arroz con bugre. El precio es de nada más y nada menos que 31 euros por ración (zasca!!!!) y no los vale en absoluto. Si me hubieran cobrado 20 euros por él lo acepto, ¿pero 31?, me parece una barbaridad. Sabor flojo y punto del arroz pasado por zonas. Siguiendo con la comparativa de otros sitios donde lo he comido, como por ejemplo en Tazones, donde sabemos que es caro, y te lo cobran a 26 € la ración y de sabor es impecable. Eso si, son dos raciones muy abundantes, donde pueden comer tres o cuatro personas perfectamente.

En cuanto a los postres, flan de huevo correcto y tarta tres chocolates correcta, pero coulant de chocolate, 6 euros (zasca!!!) y podéis ver la foto, totalmente pasado. No puedes ponerlo en un plato y meterlo al microondas, dejar que te reviente y se quede cuajado el chocolate, y encima poner en el mismo plato caliente el helado para que se derrita...y lo peor de todo servirlo a una mesa; un auténtico despropósito.

Para beber agua y sidra DOP de Llagar Cortina, Villacubera con pitorro para escanciar. La atención de los camareros perfecta. Bastante apurados, el sitio estaba hasta arriba de gente comiendo, pero educados y correctos en todo momento. Precios totalmente fuera de sitio, para ser una comida corriente. Precio total para cuatro adultos y cuatro niños de mas de 25 € de media por cabeza, relación calidad precio mala.