Al Oeste de los Estados Unidos, en Gotham (San Francisco), los malos malísimos, Pingüino y Enigma, han vuelto a hacer de las suyas. Lo que no saben es que esta vez, para su infortunio, se han topado con BatKid, el más real de todos los superhéroes.
Las redes sociales han vuelto a ser protagonistas de una de las historias más emotivas de los últimos tiempos. El pequeño Miles Scott, de solo cinco años y enfermo de leucemia desde los dieciocho meses, se enfundó el oscuro traje de niño murciélago por un día y se dispuso a "salvar" la ciudad, con la misma fuerza, valor y garra con la que está salvando su propia vida.
Un sueño hecho realidad
Toda esta aventura para Miles es gracias a Make a Wish, que logró que no solo la ciudad sino todo el país se involucrara en la causa, consiguiendo que hasta 10.000 voluntarios participaran en la hazaña. Y se hizo, entre otras cosas, gracias a la difusión del hashtag #SFBatKid.
Twitter ardió. El hashtag se llenó de tweets de los miles de presentes apoyando y describiendo lo que estaba sucediendo, como si de una escena real se tratase.
Así llegaba a la escena del crimen el pequeño Miles, en una imagen subida por la propia Make a Wish a su cuenta de Twitter.
En un solo fin de semana, el hashtag #SFBatKid tuvo más de 350.000 menciones. Una cantidad que no es baladí, haciendo constancia de la gran repercusión del evento.
Tal fue la repercusión, que grandes estrellas del cine, en concreto los actores de Batman, Christian Bale, Michael Keaton y Ben Affleck, participaron en la iniciativa. Otros, como Enrique Iglesias o Britney Spears, mandaron mensajes
Pero lo mejor estaba por llegar. Twitter y Vine, la nueva plataforma de vídeos, eran los lienzos en que el presidente Barack Obama, como en cualquier película de superhéroes que viéramos, animaba a nuestro pequeño hombrecito.
Verás el vídeo mas abajo o en el siguiente enlace, Vine, podemos ver su mensaje.
Como podemos comprobar, una vez más, la difusión en las redes sociales se han convertido en un fenómeno de masas. La iniciativa creada por Make a Wish, difícilmente hubiese tenido tanto alcance de no ser por la intermediación de las redes, de la forma en que un mensaje, en cuestión de segundos, es leído y compartido por miles de personas.