Los testimonios sobre fenómenos enigmáticos y objetos brillantes en el cielo nocturno llevan décadas reabriendo el debate sobre la existencia de vida extraterrestre y sobre su posible llegada a nuestro planeta. Aunque a menudo la mera mención de los ovnis o de los platillos volantes tiende a asociarse con los amantes de las teorías de conspiración, lo que genera dudas sobre su credibilidad, no solo ellos creen que la vida alienígena existe.
Algunos reconocidos astronautas de la NASA no solo estaban seguros de la existencia de los extraterrestres, sino que fueron más allá al afirmar que seres de otros planetas habían visitado la Tierra y contactaron con humanos, recuerda el diario 'The Sun'.
Integrante de la misión Apolo 14 y sexto hombre en pisar la Luna, el astronauta Edgar Mitchell pasó nueve horas sobre la superficie lunar el 5 de febrero de 1971. Pese a que nunca reconoció haber visto extraterrestres, estaba convencido de su existencia e incluso afirmó que habían visitado la Tierra.
"Tengo el privilegio de saber que hemos sido visitados en este planeta y que el fenómeno ovni es real", afirmó Mitchell en 2008 en una entrevista a la radio Kerrang. El astronauta aseguró que la existencia de los extraterrestres "ha sido bien ocultada por todos nuestros gobiernos a lo largo de los últimos 60 años", si bien, "poco a poco se ha filtrado y algunos hemos tenido el privilegio de recibir información al respecto".
En uno de sus correos electrónicos dirigidos al jefe de campaña de Hillary Clinton, John Podesta, el exastronauta de la NASA sugirió que el Vaticano es consciente de la existencia de inteligencia extraterrestre e indicó que los alienígenas quieren ayudar a la humanidad, aunque temen las tendencias violentas de los humanos.
Mitchell creía que el mítico caso Roswell, sobre la supuesta caída en 1947 de una nave extraterrestre en la localidad homónima en Nuevo México (EE.UU.), fue real y que el Gobierno estadounidense decidió ocultar el asunto.
En una entrevista concedida a NBC en 1996, mencionó que había tenido la oportunidad de hablar con gente de tres países que afirmaba que en el marco de sus cometidos oficiales había visto extraterrestres con sus propios ojos.
Gordon Cooper, uno de los siete astronautas del Programa Mercury, el primer programa espacial de EE.UU. desarrollado entre 1958 y 1963, afirmó haber visto un ovni en el cielo de Alemania en 1951. Asimismo también dijo haber visto lo que le parecieron platillos volantes que espiaban en una secreta base aérea estadounidense, donde se ponían a prueba aeronaves experimentales.
En su mensaje dirigido a Naciones Unidas en el marco de una mesa redonda sobre los ovnis que se celebró en Nueva York en 1985, el astronauta de la NASA afirmó que creía que "estos vehículos extraterrestres y su tripulación visitan este planeta y viajan desde otros planetas un poco más avanzados técnicamente que nosotros".
Otro miembro del Proyecto Mercury, el astronauta Deke Slayton vio un supuesto ovni en 1951 a unos ocho kilómetros de la ciudad de Hastings, en Minesota (EE.UU.), mientras realizaba un vuelo de prueba en un caza F-51.
En su informe del 19 de diciembre de 1951 describe un "objeto blanco" que volaba a una altura de unos 3.000 metros. Primero pensó que era un globo meteorológico, pero al aproximarse a aquel extraño objeto, vio que tenía forma de disco. "Intenté seguirlo, pero me dejó atrás y desapareció", recoge las palabras del astronauta el Comité Nacional de Investigaciones sobre los Fenómenos Aéreos (NICAP, por sus siglas en inglés), una ONG estadounidense activa entre los años 50 y 80.
El astronauta de la NASA Brian O'Leary nunca viajó al espacio, pero fue miembro del grupo de astronautas que se preparó en los años 60 para el programa de vuelos espaciales tripulados Apollo Applications Program, posteriormente cancelado.
O'Leary se convirtió en un respetado profesor de física en la Universidad de Princeton (EE.UU.) y creía en la llegada de seres alienígenas a la Tierra. En ese sentido, es famoso por afirmar que "existe abundante evidencia de que estamos siendo contactados", de que "las civilizaciones nos han estado monitoreando durante mucho tiempo" y de que "su apariencia es extraña desde cualquier punto de vista materialista occidental tradicional".