Y allí donde Babette huyó y recaló, el viento es el señor del mundo. Como dejó escrito Ted Hughes en Wind:
The woods crashing through darkness, the booming hills, Winds stampeding the fields under the window Floundering black astride and blinding wet (...)Fragmento de El azor en el Páramo, traducido por Xoán Abeleira.
(...) and the wind wielded Blade-light, luminous and emerald, Flexing like the lens of a mad eye.
La desbandada de los vientos por los campos, bajo la ventana Vagando a horcajadas, negros, cegadores y húmedos (...)
(...) y el viento empuñaba Una espada de luz, con un brillo negro y esmeralda, Arqueándose como las pupilas de un loco furioso.
Será que Ted Hughes era de cerca de Yorkshire, esa Inglaterra norteña por la que se pasearon tantos daneses, el hacha en la mano, justo de donde tiene su orgien El festín de Babette. ¡Bon Appétit!
El festín de Babette