El Festival Mata 2013 concentra a centenares de jinetes que a lomos de sus caballos, sin montura, compiten por una muñeca de trapo, confeccionada por las mujeres de las aldeas. Según la tradición, al ganador le estaba permitido elegir esposa por delante de sus rivales. Pero eso es pasado. Hoy las mujeres de la comarca, como la propia Nabila Baraka, alma mater del festival, son mujeres que han roto clichés: igual intervienen en películas junto a Catherine Deneuve ('Otros Tiempos', Francia 2004) o Concha Cuetos ('La vida perra de Juanita Narboni', España-Marruecos 2005), que componen grupos musicales con los que animan a multitudes, como los 150.000 espectadores que pasaron por el evento y que superó las cifras de las dos ediciones anteriores. Entre ellos, Patrick Guérrand Hermès, presidente de la Federación Internacional de Polo y enamorado de Marruecos, o el empresario portugués Jose Gata, igualmente jugador de polo, que está produciendo mini cámaras para integrarlas en los principales smartphones del mundo. También Hassan Joundy, al frente del JMsuiteshotel de Casablanca; o su esposa, Zoubida Benkirane, quien acaba de abrir en la misma ciudad 'Wonderland', una original tienda donde los niños son los reyes.
De ahí que Ilham Aliyev, consejero de la embajada de Azerbaiyán en Marruecos, quiera aprovechar esta experiencia para trasladarla a su país, en cuyas estepas también los jinetes celebran competiciones similares, sin que hasta ahora gocen de la popularidad de la que organiza la familia Baraka.
Este domingo 26 de mayo, Abdelhadi Baraka, acompañado por su hija Nabila y su nuera Nihal Melehi, esposa de Nabil, rubricó el acuerdo con el diplomático azerí, quien pondrá en marcha el plan de colaboración durante este año para que en la cuarta edición del Festival Mata, en 2014, se vean los resultados.
Con todo, lo que comenzó como una fiesta del caballo, ha acabado siendo el polo de atracción musical de numerosos artistas que como Mouslim, Senhaji, Mashishiya Shadiliya, Batoul Marouani o el grupo Jahjouka, además de otros, han sido ovacionados por decenas de miles de espectadores en medio de un valle rodeado de pequeñas aldeas en las que jamás podían imaginar que un evento ecuestre local acabaría convirtiéndose en un acontecimiento de masas.
De ahí el júbilo de Abdelhadi Baraka y de su hija Nabila, que no se perdieron ni uno de los momentos de las actuaciones, entre las que aprovecharon para felicitar a cada uno de los participantes y agradecerles el impulso que entre todos están dando al festival Mata.
Artículo escrito por Manuel Romero
Fuente: lavozlibre