El fin del enigma de Michelangelo Merisi

Publicado el 20 junio 2010 por Sarah_abilleira @PonteEnMiPiel


El genio de la pintura barroca
Allá por el siglo XVI, en el Milán atacado por la peste negra, nació entre cojines de pluma un niño que se convertiría en el genio de la pintura barroca.
Quizá por su nombre de pila no le reconozcan, ya que tomó como suyo el nombre de la ciudad a la que tuvo que emigrar con su familia, escapando de la peste bubónica, cuando tan solo era un niño. Su nombre es Michelangelo Merisi.
Gracias al estudio del patrimonio artístico y cultural de su familia pudo aprender de obras del maestro Leonardo como "La última cena" y adentrarse en los secretos de su arte. Viajó a Roma, Venecia, Sicilia y Malta. Se nutrió de nuevos conocimientos de otros grandes genios como Giorgione y Tiziano, con lo que a través del tiempo, el pequeño Michelangelo, dejando para la posteridad obras como "La vocación de San Mateo", "David y Goliat", "Judith y Homofernes" o "La incredulidad de Santo Tomás", se convirtió en el gran Caravaggio. El padre del "claroscuro".
El misterio de la muerte de Caravaggio
Cuenta la historia, que Caravaggio tuvo una vida muy controvertida. Su punto de vista siempre extremo y su mal carácter lo llevaron a estar envuelto en multitud de disputas y peleas. Se sabe que llegó a matar a un hombre, él decía que de manera accidental, pero hubo quien apuntó que a sangre fría. Incluso años más tarde, corrió el rumor por las calles de Roma de que había muerto, lo extraño era que todavía no se había perpetrado el intento de asesinato del que finalmente logró sobrevivir.
Fue un artista tan admirado como criticado. La mayor parte de sus obras eran de carácter religioso, pero a la Iglesia le incomodaba su arte. No lo admitían como válido, ya que en vez de buscar bellas figuras para describir escenas bíblicas, Caravaggio elegía entre el pueblo más llano a prostitutas y mendigos que le servían de modelos. Llegando incluso, en varias ocasiones, a ser acusado de plagio. Crítica a crítica, consiguió a pulso que la historia le recordase como el gran Naturista del Barroco, aunque con ello sólo obtuviese enemistades con las más altas esferas del Cristianismo.

Caravaggio, a un mes de cumplir los cuarenta años se embarcó hacia Nápoles. A mitad de camino, en Porto Ércole, fue detenido, según cuentan, por órden de Los Orsini. Grandes enemigos de Michelangelo Merisi por su cercana amistad con las familias Colonna y Sforza, motivo por el cual no pudo zarpar en el barco rumbo a su destino.
Se dice que murió allí, en aquel pueblo de la costa de la Toscana. Unos desmienten la versión de que fue encarcelado y cuentan que murió enfermo de malaria, deshidratado o por insolación en alguna playa de Porto Ércole, viendo como se alejaban algunos de sus cuadros en aquel barco que no pudo alcanzar, quizá por una disputa en alguna taberna cercana al puerto, allá por el verano del año diez del siglo XVII. Otros sin embargo, dicen que fue asesinado.
Existen tantas versiones de su muerte como de lo que pudo ocurrir con su cuerpo tras fallecer. Durante cuatro siglos el paradero del cuerpo de Caravaggio ha estado rodeado de grandes incógnitas sin resolver.

El fin del enigma de Caravaggio
Un grupo de investigadores italianos de las universidades de Bologna, Salento y Ravenna, recientemente, han hecho un descubrimiento histórico. Después de largos años de búsqueda y un intenso año de pruebas, aseguran que han encontrado los restos de Caravaggio.
Un pedazo de cráneo, dos fragmentos de mandíbula, un fémur y un hueso sacro, todos marcados por el plomo como firma indeleble de uno de los ingredientes de las pinturas, fueron encontrados en el cementerio de Porto Ércole, que después de ser analizados con la prueba del carbono 14 confirmaron su antigüedad. El último y definitivo paso era descubrir mediante el análisis del ADN que esos restos pertenecían al auténtico Michelangelo Merisi.
Giorgo Grupponi, antropólogo e investigador de este caso, estudió las probabilidades de que hubieran descendientes del artista, descubriendo que a día de hoy, existían personas con el apellido Merisi residiendo en la ciudad de Caravaggio.
Tras realizar las pruebas de ADN necesarias a varias personas con el apellido Merisi, Giorgo Grupponi pudo confirmar que los restos encontrados en aquel cementerio de Porto Ércole son, en un ochenta y cinco por ciento de probabilidades, los del maestro Caravaggio.
Puede que nunca se llegue a conocer cuál de las versiones que se cuentan es cierta, pero lo que queda claro es que hoy existe una tumba menos sin nombre y una familia más que sabe donde se encuentra su antepasado.