Con la celebración del Mundial de futbol, es un hecho cierto que Sudáfrica está de moda. En realidad, ha sido totalmente casual, pero el hecho es que acabo de terminar un libro escrito por Linzi Glass, nacida en Johannesburgo, que me parece excepcional, cuya acción transcurre en Sudáfrica, muy por encima de la media de lo que se publica.
Hay en El final de la inocencia, un claro paralelismo entre la familia de Emily (la protagonista) y el apartheid sudafricano, que le da una nota de profundidad y alegoría a la narración. Pero es mucho más que eso, es un libro irresistible, profundamente tierno y dramático a la vez, que aborda con simpatía la falta de diálogo en la familia.
Lo que podía ser una infancia feliz se va transformando poco a poco en una sucesión de desencuentros familiares, que culminan en una auténtica tragedia. Alguien habrá robado la inocencia de Emily. El libro está publicado por la editorial Siruela, en el año 2008. No me consta que la autora haya publicado más libros en castellano, pero si alguien sabe, por favor que me lo diga.