No se si tuvisteis ocasión de ver alguna cabalgata, yo siempre procuro hacerlo. Más allá de la emoción de ver a sus majestades (igual ya se me pasó un pelín el arroz para esto) me encanta ver las caritas de los niños ese día, les ves y recuerdas cuando eras pequeña, todo te parecía alucinante, ahí estaban tan tan cerca y esa misma noche estarían en tu casa (si estabas bien dormida) ... ME CHIFLABA.
La verdad es que quitando la emoción por verles, mi entusiasmo por los Reyes continua. Pongo zapatilla, espero ansiosa la mañana y me encanta ver todos los paquetes que han traído desde Oriente.
Eso sí, antes de abrir ninguno, la tradición manda y como un trozo de Roscón de Reyes ...
Luego vamos abriendo los regalos. En orden y uno a uno para que los demás podamos ver lo que han dejado los Magos y la reacción (muy importante) del que lo recibe...
Acabamos las fiestas, como no podía ser de otra manera, con -en teoría- la última comilona y la promesa de que a partir de mañana empieza el régimen estricto porque esto no puede continuar.
Así que con esto FIN a la NAVIDAD, al estres de estos días, a las compras, a los regalos .....
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Y mañana, como sabéis, nuevas actividades y nuevos planes porque POR FIN...
¡¡¡¡ EMPIEZAN LAS REBAJAS ¡¡¡¡
... hay que saber adaptarse a cada época, ¿no creéis?.