Volvemos a hablar del sombrero de Paja Toquilla y en particular del que se realiza en Manabí, que es uno de los más finos.
Hace tiempo tuve la suerte de contactar con una persona impresionante, Celia López, enamorada de su pueblo y luchadora por salvar y promocionar esta rica cultura de Manabí. Fue ella quien me contó cuál es la cruda y dura realidad de los artesanos que realizan los sombreros que tanto apreciamos por el mundo y que tan poco beneficio les reporta. Conversaciones en el chat me han hecho un poco partícipe de su cruzada, y cada vez que puedo incluyo en este modesto blog reseñas para promocionar su magnífico trabajo. Celia me ha enseñado una serie de fotos que hoy quiero comenzar a compartir con todos. Son imágenes del proceso de creación de los famosos sombreros de Manabí, aquí conocidos como Sombrero Panamá. Adjuntaré a las fotos los comentarios que Celia publica en su perfil de facebook. tal como ella nos lo cuenta. Una oportunidad única de conocer de primera mano este trabajo.
“En la costa de Manabí los campesinos, como sus antepasados, hierven en agua las delgadas hojas durante una hora y las dejan secar al sol, colgadas en las fachadas de sus casas, antes de empaquetarlas rumbo a los pueblos de tejedores de la sierra, que pocos años atrás sólo eran accesibles a lomos de mula. Es el primer paso en la fabricación de este apreciado artículo que, en las elegantes sombrererías de ciudades como Londres o Milán…”
“Montecristi es la auténtica cuna del sombrero panamá. Durante más de 150 años, los mejores superfinos del mundo han salido de este tranquilo pueblo de la provincia de Manabí, antiguo refugio de piratas y corsarios…”
Fotografías y texto de Celia López.