El flamenco T79: un interrogante en la marisma

Por Felixyloslobos
Se cumple un año de una de las observaciones más interesantes de toda mi "carrera bichera". Para mi, sin duda, la que más.  El 16 de septiembre de 2016 veía el primer y único flamenco citado en la comarca del Baixo Miño. El número 12º para toda Galicia. Desde entonces y hasta la fecha han sido dos más los ejemplares observados en diferentes puntos de la comunidad.
Y es que el flamenco común (Phoenicopterus roseus) se trata una especie de distribución fundamentalmente mediterránea. Andalucía, Castilla- La Mancha, Cataluña, Valencia, Murcia y Baleares albergan el grueso de la población de esta zancuda. En Galicia, como hemos visto, su presencia es accidental.
Recuerdo aquel día perfectamente... Eran las 20:30 h. de la tarde. Empezaba a oscurecer. Recorría el tramo final de la senda que bordea la marisma de Salcidos, en la zona conocida como Forno do Duque, cuando una figura alta y esbelta llamó mi atención. Una garza real, pensé. Un grupo de gaviotas revoloteaba alrededor del animal, gritando, como desconcertadas por la aparición de aquella extraña criatura. ¿Acaso querían ver de cerca a su nuevo vecino? A mi lado, una mujer observaba la escena sin dejar de caminar...
Sorprendido por lo que ocurría, enfoqué mis prismáticos hacia la lengua de arena sobra la que se encontraban las aves. Lo que vi entonces, como os podéis imaginar, me dejó alucinado.

T79 en Forno do Duque, estuario del Miño. //El Naturalista Cojo


Un flamenco no se ve todos los días, y menos en el norte. Era un ejemplar joven. Vestía todavía con las plumas de la inmadurez. Carecía del rosado brillo de los adultos. Parecía nervioso, asustado... Por si todo esto fuera poco, me di cuenta de que portaba una anilla blanca en su pata izquierda.
Me acerqué rápidamente al vallado de madera que discurre a lo largo del camino. Desde allí, apoyando los brazos a modo de improvisado trípode, hice algunas fotos. En estas situaciones los nervios se apoderan fácilmente de mi. Tenía que  respirar hondo y relajarme si quería evitar que las imágenes saliesen borrosas. Sólo así podría leer el código de la anilla y descubrir la procedencia de la zancuda.
Tuve mucha suerte. Si hubiera llegado cinco minutos tarde me hubiese perdido el espectáculo. Ese fue el tiempo del que dispuse para inmortalizar el momento antes de perderle la pista. Menos fortuna tuvo mi amigo César, al que llamé para compartir observación pensando que aguantaría un rato más...
Al día siguiente, sábado 17, fue visto por Joel Correia en la localidad portuguesa de Caminha. Y el domingo 18, según consta en el Noticiario Ornitogeográfico Galego (NOG), Alba Lago Dopico lo fotografiaba de nuevo en la margen gallega del estuario del Miño. Nuestro protagonista se había quedado a pasar el fin de semana con nosotros. Después, nada más se supo de él...

Los jóvenes flamencos lucen discretos tonos pardo-grisáceos, plumaje
que contrasta con el de los adultos. //El Naturalista Cojo


T79 es el tercer flamenco que aparece anillado en Galicia. En BirdersCove, encontramos una referencia a la revisa 'Doñana, Acta Vertebrata (Vol. 5)' en la que se detalla la historia de las dos lecturas anteriores, que datan de 1977. En concreto, en el artículo titulado "Observaciones de Phoenicopterus Ruber en la Ría de Vigo (Pontevedra)", de Celso Carballo, podemos leer lo siguiente:
"Por estas fechas se me comunica que un cazador de Vigo lleva dos ejemplares heridos al parque zoológico de esta ciudad, a donde me desplazo diez días más tarde. Uno de los ejemplares fue curado por el veterinario del centro, logrando sobrevivir, siendo soltado en uno de los estanques allí existentes. El otro ejemplar, que murió, me fue cedido congelado por el director. Según el comunicante, los dos ejemplares tenían sendas anillas de plástico, de color amarillo y negro, con las siglas AYL y ARS respectivamente".
Aquellos malogrados individuos, cuyas vidas se vieron truncadas por los disparos de un desaprensivo, habían sido marcados en la Camarga francesa aquel año de 1977. Triste final para una de las aves más hermosas de la Península Ibérica...
El origen del flamenco guardés ―nunca mejor dicho― sigue estando en el aire. Antonio Gutierrez Pita, ornitólogo ferrolano, apunta a que T79 podría ser uno de los 407 pollos anillados en el Paraje Natural Marismas del Odiel (Huelva) en 2016. Lamentablemente, aún estoy a la espera de respuesta por parte de la Estación Biológica de Doñana (EBD) organismo encargado de gestionar estos datos en España. Ojalá pronto podamos conocer el historial vital completo de este intrépido viajero.