El fotógrafo de mauthausen

Publicado el 02 noviembre 2018 por Gerardo Pérez Sánchez @gerardo_perez_s
La realizadora Mar Targarona ha sido valiente a la hora de afrontar el complicado reto de trasladar a la gran pantalla la historia de “El fotógrafo de Mauthausen”. Desde un punto de vista cinematográfico, filmar un episodio tan violento y macabro como el de la vida dentro de dicho campo de exterminio nazi implica numerosos y elevados riesgos. Los horrores acaecidos entre aquellos muros apenas ofrecen posibilidades para el lucimiento artístico, el entretenimiento convencional o el desbordamiento creativo de un cineasta. Hablamos del mal en estado puro, de la crueldad más abyecta, por lo que la probabilidad de saturar a los espectadores con tanta tristeza e indignación es incuestionable. Sin embargo, la directora catalana sale airosa de este desafío. Sin caer en excesivas reiteraciones, elabora un largometraje absolutamente necesario para no olvidar nunca que el ser humano es capaz de perder su condición de racional y, además, sin siquiera aprender de sus propios errores. A diferencia de otras películas de temática similar (resulta inevitable establecer comparaciones con “La lista de Schindler”, de Steven Spielberg o “El pianista”, de Roman Polanski), aquí toda la trama se desarrolla en el interior de esa infame prisión y ello resta oportunidades para añadir diversidad a las secuencias, para contar con personajes llamados a desenvolverse en situaciones variadas e, incluso, para intercalar algunas escenas cómicas con otras más dramáticas. En el film de Spielberg, Oskar Schindler disponía de diálogos ingeniosos, incluso divertidos. Y también Polanski recurría a una gama de localizaciones para impulsar la narración y alejarla del tedio. Ninguno de estos recursos está puesto a disposición de Mar Targarona quien, para sacar adelante su proyecto, se ve obligada a lidiar con las escasas opciones de las que dispone. Renuncia a la utilización de la épica y a la introducción de la acción bélica para centrarse exclusivamente en el drama. Cada uno de los perfiles individuales está cimentado sobre los pilares de su propio sufrimiento y, pese a ello, el resultado final no resulta desasosegante ni rutinario, si bien se evidencia un estilo narrativo algo plano a lo largo de la proyección. Un grupo de prisioneros españoles se encuentra confinado en el campo de concentración de Mauthausen. En él figura Francesc Boix, un preso que trabaja en el laboratorio fotográfico y que, poniendo su vida en peligro, planea la evasión de unos negativos que demostrarán al mundo entero las atrocidades cometidas allí por los nazis. Se trata de miles de imágenes que muestran la barbarie y el infierno generados por un sistema perverso y que, a posteriori, fueron determinantes para condenar a varios altos cargos del ejército alemán en el famoso Proceso de Nuremberg, donde el propio fotógrafo ejerció como testigo del procedimiento judicial. Mención muy especial merece la banda sonora de la película, obra del compositor y director de orquesta tinerfeño Diego Navarro, maestro indiscutible de la música para cine y que en esta ocasión deposita todo su amor en una pieza tan conmovedora como eficaz, logrando elevar muchos de los planos rodados a una categoría superior. Su brillante partitura sobresale del resto de la ambientación, habida cuenta que tanto los decorados como el vestuario e, incluso, la fotografía, se hallan por entero al servicio de un permanente desconsuelo. El joven actor Mario Casas, que asume el papel protagonista de la historia, lleva a cabo una interpretación solvente (probablemente sea su mejor trabajo hasta la fecha). Formando parte del equipo artístico le acompañan sus compatriotas Alain Hernández (“Plan de fuga”, “Palmeras en la nieve”) y Macarena Gómez (“Musarañas”, “Secuestro”) y, del lado extranjero, Luka Peros (“Papillón” versión de 2017, “El niño”).
Trailer de la película

Datos del film
Título original: El fotógrafo de Mauthausen
Año: 2018
Duración: 110 min.
País: España
Dirección: Mar Targarona
Guion: Roger Danès, Alfred Pérez Fargas
Música: Diego Navarro
Fotografía: Aitor Mantxola
Reparto: Mario Casas, Richard van Weyden, Alain Hernández, Adrià Salazar