A pesar de ser un poco confuso ya que en la misma bacteria tendríamos la potencia de tener cadenas de transporte de electrones que van “hacia abajo”, sirviendo como escudo contra la corrosión de iones hidronio; y cadenas de transporte de electrones en sentido inverso mediante la fotosíntesis, el proceso dependería de las condiciones del ambiente.
En ambientes de poca acidez, la bacteria puede importar protones del ambiente externo permitiendo el flujo inverso a través de su cadena de transporte de electrones generando así la primer fotosíntesis, pero cuando el ambiente es muy ácido, la misma cadena funcionaría hacia abajo sirviendo como escudo sacando a los iones hidronio del interior de la célula.
Aunque se ve algo ineficiente, las bacterias verde sulfurosas tienen precisamente ese tipo de fotosíntesis reversa.
Sin embargo, ni las plantas ni las cianobacterias presentan esta fotosíntesis, en ellas tanto las cadenas de transporte de electrones directa y reversa están separadas, y a su vez, pueden extraer electrones de ácidos más débiles con electrones de menor energía como el agua. ¿Cómo sucedió?, en términos probabilísticos no fue sencillo, mientras que del fotosistema I se tiene evidencia de su evolución poco después del surgimiento de la vida registrada en piedra hace unos 3.5 mil millones de años, el fotosistema II solo se tienen registros de poco antes de 2.7-2.4 mil millones de años. Un tercio de la historia de la vida fue necesario para su evolución, lo que implica que no fue fácil.
Recordemos que hasta ahora, nuestra fotosíntesis tipo I es diferente a la actual, pues solo produce NADH o sus análogos, pero no tiene los demás accesorios, como la f1f0 ATP sintetasa o el ciclo de fijación de carbono atmosférico. De hecho el fotosistema I produce formaldehído y no glucosa. PRINCIPAL REGRESAR