El Fracaso de la Regionalización

Publicado el 24 julio 2012 por Paulmontjoy94

Javier Valle-Riestra
Publicado en el diario Expreso
El Perú, es verdad, necesitó una regionalización antes que una descentralización o desconcentración. Lima coloniza las provincias y los provincianos colonizan Lima. La regionalización pudo permitir restaurar el equilibrio aunque la capital ya no sea el Jirón de la Unión del sorites de Valdelomar. Nuestra regionalización debió ser como la planteó el sabio Pulgar-Vidal, una transversalización en que partiendo del mar territorial --enriquecido con los cincuenta y seis ríos que bajan de los Andes-- ganásemos los pisos ecológicos andinos hasta descender a la baja y alta selva. Nos hubiera significado construir unidades geoeconómicas en que su población aprovechase las proteínas marítimas, lo agro-minero andino y lo hidro-forestal.No ha sido así. Las regiones se han construido al azar. Se entró en discusiones bizantinas sobre el nombre o sobre si tal o cual provincia se incorporaba. Y esto se debe a que en el Perú no existe conciencia regional sino provincial o municipal. Nuestro mundo nace de las jurisdicciones coloniales. De ellas (Intendencias de Trujillo, Puno, etc.) vinieron los departamentos. Hemos debido construir una regionalización por medio de corporaciones dotadas de poderes legislativos y de rentas, previa reforma constitucional. Regionalizar apolítica­mente. Consociacionalmente, según el neologismo de Juan José Linz. Una regionalización más allá de los términos gobierno – oposición. La política para el poder central; la política vecinal para los ayunta­mientos y la apolítica para las regiones.Se crearon, en cambio, regiones que no actúan en virtud de delegación, sino, arrogándose atribuciones constituyentes y disputándole el poder al Parlamento y a los gobiernos centrales. Se olvida que la regionalización no crea entes autárquicos sino meramente autónomos. Por delegación, Luna Pizarro, conocedor del carácter nacional, dijo en la Constituyente de 1827 que se oponía a la federalización del Perú “porque para organizarlo federalmente, primero había que desorganizarlo”. En los últimos tiempos rebalsados de tantas protestas, de violencia exacerbada, de zonas convulsas y en donde, al parecer la vida de la población carece de importancia, vemos que la regionalización tal cual está planteada, ha fracasado. Sus máximos dirigentes, solo usan sus cargos como plataforma política y obedecen únicamente a intereses personales discutibles. Están lejos del espíritu vislumbrado por quienes nos reunimos en la Comisión Principal de la Asamblea Constituyente y arquitecturamos una organización muy distinta a la que rige hoy. La pregunta es ¿Estamos a tiempo de cambiar? Salvemos la regionalización.