Semanas atrás, durante mis vacaciones, escuché la siguiente frase en un anuncio de una película para niños y niñas: " El fracaso no es una opción". He de confesar que fue escucharlo y entrarme una gran angustia, me sentí presionada y con ganas de salir corriendo. ¿No puedo fracasar? claro que sí, y hoy hago apología del fracaso.
Como sabemos , el fracaso tiene mala fama y el éxito es lo que hemos de perseguir. Pero uno sin el otro no son posible. Muchos artículos, libros y cursos nos quieren enseñar las claves y los pasos para llegar al éxito y de puntillas pasan por el fracaso como algo a evitar y, si nos sucede HEMOS DE APRENDER DE ÉL. El mensaje que se repite es: "aprende de tus errores para que no vuelva a pasar", pero no funciona y ¿por qué? porque nos centramos en la parte práctica de cómo hemos llegado a ese fracaso sin tener en cuenta el fondo emocional del asunto que es lo que está moviendo los hilos de nuestras acciones. Sin comprender qué está pasando creemos que hay algo malo en nosotros/as alimentando el desaliento, la exigencia, la pereza y la culpa. Y esto sí que está lejos del éxito.
Y yo me pregunto, ¿no sería interesante aprender a fracasar? ¿conocerlo? ¿ investigar sus mecanismos? Es más interesante y sobre todo nos da más frutos para salir del sufrimiento que nos produce.. Partiendo del fracaso es desde donde podemos descubrir nuestro potencial en todas nuestras facetas.
Sé que es difícil quedarse en las emociones que nos producen estas situaciones, pero el huir de ellas no es la solución. En esta huida podemos culpar a otros de lo que está sucediendo, tomar decisiones que no son beneficiosas , alimentar la ira, hacernos adictos a algo y un largo etcétera.
Me voy a poner de ejemplo: Tiempo atrás, estuve trabajando como profesora en una universidad del Reino Unido. En un momento dado decidí volver a España con la idea de seguir trabajando en la docencia. Al llegar aquí fueron todo barreras y no pudo ser. Esa situación fue un duro golpe y tuve que empezar a trabajar desde cero. En aquellos momentos me era muy difícil quedarme en el dolor que me producía esta situación y tardé tiempo en asimilarlo. Estaba realmente enfadada, frustrada y empecé a buscar culpables en vez de centrarme en mí. Mis relaciones personales empezaron a verse afectadas y otras áreas de mi vida también. Por suerte en aquellos momentos me ayudó el meditar, el yoga, tener una buena terapeuta y trabajar este dolor. No fue fácil, pero dio maravillosos frutos que me acompañan hoy día: hice formación terapéutica cuando no era nada que estuviera en mi mente antes de volver a España, trabajé en empresas que me dieron un fantástico bagaje, comencé a trabajar por mi cuenta acompañando a personas y finalmente volví a trabajar en la universidad. Además, a nivel personal he aprendido y sigo aprendiendo mucho de mí al mirar a los fracasos como consejeros más que como enemigos. Por ello, y citando a Paramahansa Yogananda, subrayo que la estación del fracaso es el periodo más propicio para sembrar las semillas del éxito.
Es una gran oportunidad para realmente conocernos, en ocasiones estamos escondidos detrás de estos fracasos y no salimos de esa rueda de sufrimiento, nos hemos identificado completamente con ellos. Pero hay otras opciones.
Si tienes curiosidad en comprender qué te están diciendo tus fracasos y así abrir las puertas a tu potencial como persona te animo a que te permitas esta investigación, estaré encantada de acompañarte.
El fracaso SÍ es una opción. Eres bienvenido
Gemma NaranjoFormadora EmocionalTel. 647 84 84 24E-mail: para@gemmanaranjo.comBlog: http://atrevetealcambio.wordpress.comYoga Center in Malaga. Articles about Yoga. Centro de Yoga en Malaga. Articulos sobre Yoga