El fracaso. teatro quevedo. madrid

Por Orlando Tunnermann

EL FRACASOTEATRO QUEVEDO.MADRIDWWW.EL-HOTEL-DE-LAS-ALMAS-PERDIDAS.BLOGSPOT.COM

(Muy divertida, surrealista, actores magníficos y una Mamen Serrano sencillamente adorable) Se me antoja doblemente laudable (elogioso) concatenar en un mismo propósito el afán de entretener y con ello, cooperar con los más desfavorecidos de este mundonuestro preñado de desigualdades. La compañía de teatro solidario Rivendell se ha embarcado en tan plausible proyecto para mejorar el acceso al agua mediante la construcción de un pozo en África. Ya aunque sólo fuese simplemente para robustecer esa cadena humana necesaria, pues los beneficios que se obtienen en la recaudación en taquilla van destinados a tal fin, es imprescindible acudir al teatro Quevedo y pasar una tarde de risas y solaz con “El fracaso”; una función surrealista sumamente entretenida.
“La prueba del algodón”, utilizando una expresión ajena muy trillada y esclarecedora, la pone el público, que se vuelca con los actores en el patio de butacas desde el minuto uno.
Su entrega, risas y aplausos son espontáneos y esa reacción es soberana y fehaciente: “EL FRACASO” lo es sólo en su membrete. El guión parte en sí mismo de un concepto paradójico: los actores de un musical pueden ganar un caudal imponente de euros si logran que su espectáculo se hunda como el Titanic.
El elenco es magnífico; interpretaciones que huyen de la sobreactuación y fluyen con naturalidad. Humor sin aspavientos ni parodia de esperpento, humor ingenioso y surrealista: en ese escenario mutan personajes tales como Wally, una barbuda princesa Leiah o un trasunto del mago Gandalf y el Dios creador del universo. Hay momentos memorables, como el inefable monólogo postrero de Jorge Díaz, que pone los vellos de punta y sobrecoge el alma con un cálido baño de placer y arrobo, o los discursos en clave medieval de Romeo y Julieta (Fran Cuvaz y Laura Villa), que son una hilarante fusión de lenguaje arcano y jerga callejera contemporánea.
Pero debo admitir que mi corazón ha sido plenamente conquistado por la rotunda presencia física, escénica y personal de Mamen Serrano, que es algo así como un tornado de emociones cuya ingesta principal fuese un copioso desayuno de hiperactividad y un bálsamo mágico de eterna juventud y felicidad. Su dicción es cristalina y sus ademanes, una poza sin fondo de alegría contagiosa. Es impecable su rol como “coach”, ya saben, aquello de reforzar las capacidades personales y sacar lo mejor de uno mismo por medio de ejercicios de “autoconvencimiento”.
Mamen tiene más energía que una central nuclear y ello trasciende al patio de butacas como si fuese el preludio de un tifón malayo. Es un pecado no asistir a esta disparatada obra teatral, que amén de rociarnos el espíritu con buenas vibraciones ayuda a tenderles la mano a quienes no tienen la suerte de poder disfrutar de unas condiciones de vida dignas, donde los recursos básicos para la supervivencia estén garantizados.
RIVENDELL TEATRO SOLIDARIOWWW.TEATROSOLIDARIO.ESCONSTRUCCIÓN DE UN POZO DE AGUA EN ÁFRICAPUEDES COLABORAR A TRAVÉS DE TRIODOS EN EL NÚMERO DE CUENTA:(ES) 1491 0001 2530 0007 8177