El fraude de los hallazgos

Publicado el 07 junio 2013 por Monpalentina @FFroi

Aunque la vida es un breve paseo, da tiempo para sorprender y defraudar en todos los campos, también en el de la investigación. Cada poco tiempo nos sorprendemos ante descubrimientos nuevos, que a veces no lo son: mapas vikingos, cráneos prehistóricos, pinturas rupestres, obras atribuídas a artistas contemporáneos...
Francisco García Alonso, profesor de la Universidad de Barcelona, en un curioso reportaje, nos participa cómo llegaron a gestarse muchas de las falsificaciones, a medida que fue creciendo el interés por las Culturas de Egipto y Mesopotamia y el nacimiento a la par de la fiebre de un coleccionismo privado a mediados del siglo XIX.
  • Algunas falsificaciones
En 1913 se analiza el cráneo de Piltdown, supuestamente prehistórico. Lo descubrió en una cantera Charles Dawson, un jurista aficionado. En realidad, se trataba de la cabeza de un orangután unida a un cráneo humano de 500 años.
Un restaurador griego, en su lecho de muerte, confiesa la fabricación masiva de monedas de plata griegas, o de estatuas criselenfantinas de Creta, con destino a importantes Museos.
En Glozel, una pequeña poblacion del municipio francés de Ferrieres, cercana a Vichy, dos agricultores descubrieron en 1924 una serie de  materiales arqueológicos correspondientes a un hábitat prehistórico. Incluso, algunos prestigiosos científicos, a la vista de aquellos materiales, dijeron que podía tratarse de la primera muestra de escritura de la historia. En 1925, un médico de Vichy, Antonim Morlet, siguió ahondando en los descubrimientos de Grozel, e incluso publicó sobre la existencia del alfabeto y escritura en Europa unos 6000 años antes de Cristo. Se sintió apoyado por gente influyente, pero una investigacion posterior surgida a raiz del Congreso Arqueológico de Amsterdam, en la que participaron los principales prehistoriadores de la época, llegó a la conclusión de que la mayor parte de los hallazgos era falsa.
  • Los franceses, inicialmente, pensaron que Altamira era una mentira.
Las Cuevas de Altamira, descubiertas por Marcelino Sanz de Santuola, fueron causa de ataque por parte de influyentes miembros de la escuela francesa, quienes en 1902 pedian perdón por su ataque e incredulidad ante lo que luego se demostró que no era fraude, engaños que, en cambio, sí se han dado con el descubrimiento e identificación de otras pinturas rupestres. Es el caso de Zunialde, cueva enclavada cerca de Alava, cuyo descubridor fue premiado con 12.500.000 de ptas por la Diputación de aquella provincia. Se acondicionó el lugar hasta que investigaciones posteriores demostraron que se habían utilizado colorantes, ocre y manganeso. En 1996, el Tribunal Supremo, confirmaba la sentencia de la Audiencia Provincial de Alava donde se le obligaba al falsificador a devolver la cuantía del premio con los correspondientes intereses de demora y las costas del proceso.
Fuentes consultadas:
Clio, num 27, Ene 2004
Imagen: spanish1.china.org.cn