Mis manos esquivan el agua no quiero caer en el hielo,-Una sopaipilla no me basta para calentarme.
A mi lado se sienta la sumisa escarcha con los brazos cruzados.-Allá tu si no sabes afrontarestas heladas bajo cero.Tápate con diarios o cartones, con remiendos de frazadas,tapa tu carne exiliada.
Caliento en la esquina un tarroa espaldas de otros,me tomo un sobrecito de café-No se vayan a entusiasmary tenga que convidarles.La vida es corta así que lo apuro.
Sobre el asfalto tiemblo
-He resistido cosas peores,comparto el azúcar, a veces algunas palabras. No el fuego, ni los sueños de piedra de mi almohada.
Han disuelto mi juventudmi sombra urbana no tiene nombre,agrietada la cara, las manoshan puesto rejas a mis labios,ya nada detieneesta servidumbre envejecida
El frío partido en dospiensa y duele como nadie.