Subrayó que de sacar la agricultura del TLCAN, ésta se debe fortalecer para alcanzar la soberanía alimentaria y en consecuencia el desarrollo rural del país, mediante la participación de organizaciones sociales y universidades de corte agrícola, con lo cual se beneficiaría el mercado interno: ’Propuestas hay muchas, y si logramos consolidarlo se puede lograr los índices de producción que nos lleven a la autosuficiencia alimentaria y en consecuencia a la soberanía alimentaria’.
Explicó que dentro de las propuestas que se tiene para fortalecer la agricultura mexicana se encuentra la creación y recuperación de la infraestructura; conformar una reserva nacional de granos; consolidar una verdadera banca de desarrollo rural; rediseñar el sistema de extensión agrícola; contar con un sistema de desarrollo de capacidades y accionar políticas públicas enfocadas al beneficio de las unidades de producción nacional.Durante la reunión, realizada en el auditorio Emiliano Zapata, el rector de Chapingo presentó la agenda universitaria a corto y mediano plazo, en la cual refiere que los peligros principales para la agricultura tradicional, que es a la que se le debe dar mayor peso, es la construcción de carreteras, autopistas, extracción de gas natural, petróleo, y la concesión de empresas extranjeras a las que se les entrega fácilmente la tierra para su explotación, lo cual tiene impactos severos en el medio ambiente.Ante ello, dijo que se requiere hacer una campaña universitaria para fortalecer la agricultura campesina; elaborar un inventario de las aportaciones de los estudiantes respecto a la innovación y fortalecimiento de la producción agropecuaria, así como crear un diagnóstico participativo por región y por cultivo; además de fomentar un dialogo nacional que permita elaborar sistemas territoriales para la gestión de la innovación social y productiva hacia el desarrollo rural.
El doctor Barrales Domínguez, destacó que el futuro de los agrónomos debe ser considerado como un agente de cambio, con una visión nacionalista para conservar la agricultura tradicional y responder al interés para que México alcance la soberanía alimentaria, y contribuir en la conservación del medio ambiente y los recursos naturales.