El fruto prohibido es el más apetecido de Sally MacKenzie

Publicado el 07 octubre 2016 por Marili @otroromancemass
Sinopsis:
La señorita Isabelle Catherine Hutting es de las que prefieren echarse a descansar un rato en la biblioteca antes que andar dando vueltas por el salón de baile en busca de un marido. Así que cuando se entera de que hay una plaza libre en la casa para solteras del pueblo, decide dejar atrás toda esa historia del matrimonio. Pero para ingresar, tiene que hablar antes con el propietario de la casa, Marcus, duque de Hart: el hombre más atractivo que nunca haya visto, y el único que ha conseguido impresionarla, al menos un poco…Con su ingenio, su espíritu independiente y su belleza —eso también—, Marcus no puede evitar sentirse atraído por Cat. Lo triste es que no está pensando precisamente en casarse, y menos con la maldición que su familia arrastra desde hace siglos, de la que la casa para solteras forma parte: «Ningún duque vivirá lo suficiente como para ver nacer a su heredero». Pero ¿habrá alguna posibilidad de romper dicha maldición —como pasa en los cuentos de hadas— con un acto de amor verdadero? Así, está a punto de empezar la carrera hacia el final feliz…

Opinión personal:
Creo que el secreto del éxito ha sido que sabía lo que iba a encontrar tras las cubiertas de la novela y he podido disfrutar de la lectura. Si habéis leído antes a Sally MacKenzie sabéis de lo que estoy hablando.Después de algunas novelas en las que el drama ha sido parte central de la historia, en serio que necesitaba algo fresco y divertido, de esas tramas algo disparatadas que te sacan alguna que otra sonrisa y con las que realmente pasas un buen rato. ¿Tiene peros? Pues claro, como todas, y además las de siempre con esta autora, pero cuando sabes qué es lo que vas a encontrar, no hay motivos de queja.
Spinster House— nombre que le da el título a la serie — fue la morada de la señorita Isabelle Dorring, quien vivió en el pueblo en el siglo XVII y cuya trágica historia ha provocado una terrible maldición que rige la vida de los duques de Hart. Ahora es una casa que ha quedado en protección del ducado quien tiene la obligación de mantenerla siempre ocupada por una soltera. De este personaje secundario la autora nos va dando a conocer sus aventuras en cada capítulo, ya que todos comienzan con un fragmento de su diario, es un elemento simpático que ayuda a mantener el interés de la lectura y que resulta interesante ya que es una fiel demostración de que no todo es lo que parece.
Isabelle Catherine Hutting es la protagonista femenina de esta nueva serie, es una mujer que busca de forma desesperada la independencia y, debido a su gran familia son diez hermanos, y a una idea algo equivocada — o muy real — que tiene acerca del matrimonio está fervientemente convencida de que la única solución para conseguir ser feliz es dedicarse de lleno a ser escritora y no hay mejor forma de poder conseguir la independencia económica que conseguir instalarse como soltera en Spinster House. Es una joven hermosa y testaruda que en seguida llama la atención del recién llegado duque.
Sabéis que los duques son mi perdición, aunque Marcus ha resultado ser de los encantadores. Marcado por el mal concepto que siempre ha tenido de su antecesor ha vivido intentando evitar imitar su comportamiento, falto de cariño y condicionado por un pasado que le ha provocado un fuerte carácter serio y responsable. Obligado a hacer lo que considera correcto, sin apartarse del buen camino, convencido de que cualquier desvío puede provocar el avance del maldito desenlace. Veremos muchas facetas que desmienten la imagen de hombre duro, indiferente y serio que en algunos momentos quiere mostrar; y quedará muy patente que huye de la falsedad que envuelve al comportamiento de su clase social y la sencillez del pueblo llano es capaz de serle de mucha más grata compañía.Como no puede ser de otra forma, todos sus esquemas se rompen ante la inevitable atracción que siente por Cat, algo precipitada e inexplicable pero que para él tiene el claro sello de la maldición familiar.
Su relación se nutre de esa fuerte atracción física, protagonizada por los continuos «sí pero no», esa lucha interna que ambos han emprendido contra el matrimonio. Hay escenas forzadas y otras que son poco acordes con la época, pero eso es algo que es muy habitual en las novelas de esta autora junto con algunas conversaciones que sorprenden a los lectores de la histórica de la época. Son esos peros que antes comentaba, pero que también son los causantes de esas sonrisas. Para mí, lo mejor son los continuos pensamientos de la pareja, que dotan a la novela de un toque de humor tan presente es sus novelas. Otro pero sería el final, no soy muy dada a los epílogos, pero creo que aquí era casi obligado pues parece como si la autora no considerara necesario aclarar uno de los temas que ha sido el eje que marca las decisiones de ambos en algunas de las escenas. O la figura de la señora Cullen, de quien no termino de entender muy bien el propósito de su breve aparición, como si faltara alguna escena que ha sido eliminada. Siendo ya muy puntillosa, lo admito, he de comentar que ciertas palabras, como por ejemplo americana (léase en este caso chaqueta) son expresiones que consiguen sacarme de la historia y que, en mi humilde opinión, no deberían formar parte del vocabulario de una novela de este subgénero.
Pero para resumir diré que a pesar de los peros que comento, he disfrutado de la lectura, me he divertido con esas escenas salidas de contexto, con Amapola (que aparece de forma acertada en la portada) sin terminarme de decidir si su comportamiento es gratuito o viene dado por un toque paranormal, esos gemelos con esas frases tan acertadas para su edad, que sacarían los colores hasta del más serio; esa manipulación de madre, tan acertada; la defensa de la igualdad defendida en el matrimonio del vicario; la importancia del qué dirán, los cotilleos que reflejan tanto la falsedad de una sociedad que parece no evolucionar en ese aspecto.

«El fruto prohibido es el más apetecido» es una novela con la que he pasado buenos ratos, como siempre que leo a Sally MacKenzie. Una historia de las de siempre, con protagonistas bastante estereotipados pero que consiguen a la perfección entretener. Espero no tardar en poder leer la historia de los personajes que ya hemos conocido en esta entrega.

Creo pertinente comentar que hay una precuela de esta novela «Nunca es tarde si la dicha es buena» que todavía he leído, pero me ha intrigado la historia que se adivina sobre esa pareja en esta entrega, así que espero poder hacerlo pronto
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Pepa