No recuerdo con exactitud su denominación, pero debido a su naturaleza ritual alrededor del fuego, lo he titulado como "El fuego de San Francisco", pues se celebra los días 4 de octubre, la fecha de San Francisco de Asís, estando el nombre del santo italiano unido a este festejo.
La fiesta, tal y como me contaron, se encuentra en peligro de desaparecer, como otras tantas de esta naturaleza, aunque todavía se sigue celebrando, con una participación cada vez más escasa, según se me dijo, pues no es una fiesta institucionalizada o patronal, lo que le otorga un mayor carácter o naturaleza popular y, por tanto, la hace más atractiva, desde mi punto de vista, por ser más fruto de la espontaneidad de la gente de este pueblo manchego.
Viñedo de Miguel Esteban - Foto: Iberia Mágica
Ya sabemos que "la rueda" de las estaciones -"la rueda solar"- gira, año tras año, para volver al mismo punto de partida, indicando el inicio y el final de los distintos periodos en los quehaceres humanos desde el Neolítico hasta nuestros días, es decir, desde que el hombre se hizo agricultor y tuvo que mirar al cielo y a los astros, principalmente al Sol, para saber cuándo había que sembrar, por ejemplo, y cuando había que cosechar.
Tras la cosecha se avecinaría el oscuro y largo invierno y, precisamente, la cosecha de uva es la que está finalizando en estas fechas en la extensa Mancha.
Por tanto, bien pudiera ser un festejo de celebración en torno a la vendimia, en el que todo lo que sobra en las casas, ya sean trastos, enseres y demás objetos considerados inservibles se echarían al fuego, en un ritual de purificación, sacrificando lo viejo, para dar paso a lo nuevo, a lo que se avecina y lograr que la "rueda astronómica" y el curso de las estaciones transcurra como siempre lo hizo, desde que el hombre es hombre y desde que el mundo es mundo.
Fuente: http://iberiamagica.blogspot.com.es/search?updated-min=2014-01-01T00:00:00-08:00&updated-max=2015-01-01T00:00:00-08:00&max-results=50